Las constantes roturas del alcantarillado desde el terremoto de 2010 tienen a los vecinos del histórico Pabellón 45 de Lota soportando desde hace nueve años los malos olores y residuos de excremento y orina debajo de sus viviendas.
Una de las afectadas, María Gajardo, relató que de día el problema es el agua que escurre y que de noche lo que molesta es el olor.
Sumado a ello, lamentó que su padre, un adulto mayor, deba pasar las noches con las ventanas abiertas para poder ventilar la pestilencia, por lo que solicitó ayuda y que “no los dejen solos”.
Consultado el municipio de Lota, el director del Secplan, Carlos Pérez, indicó que trabajarán en un proyecto y que esperan nuevamente la colaboración de Essbio.
Como antecedente, en 2017 se logró reparar el sistema de alcantarillado de 57 familias del pabellón 46.
De acuerdo a la sanitaria, al tratarse de un antiguo sistema de alcantarillado, llamado comunidad de desagüe y ubicado debajo de las viviendas, no tienen responsabilidad en su reparación.
Sin embargo, anunciaron estar dispuestos a colaborar con parte del proyecto con el fin de que los vecinos dejen de sufrir náuseas y vómitos tras el colapso de aguas servidas desde el suelo de sus casas.