La Congregación de los Salesianos está nuevamente en el banquillo por un caso de abuso sexual en contra de un menor de edad. Los hechos habrían ocurrido entre 2007 y 2008 en el Colegio Salesianos de Concepción, y el sacerdote acusado es Diego Muñoz Fuentes, fallecido en 2015 a los 86 años.

El denunciante Diego Díaz -quien en ese entonces tenía entre 11-12 años- interpuso una denuncia y se abrió una investigación el 8 de agosto de 2015, de la que él esperaba obtener acompañamiento psicológico, lo que no ocurrió.

En la declaración que Díaz entregó al instructor de la indagatoria, el sacerdote David Albornoz, y a la que tuvo acceso La Radio, relató que conoció al sacerdote Muñoz el 2006, con quien forjó una relación cercana, de amistad.

Según su relato, los abusos comenzaron cuando se fue a confesar con el cura por sentir atracción física hacia un compañero, ante lo que el religioso le respondió que era normal para su edad y por su entorno. Luego lo sentó en su pierna y lo besó en la boca, lo que descolocó al denunciante.

El sacerdote Muñoz le pidió que no le contara a nadie, porque el resto no entendería su cariño, lo que fue acatado por la víctima.

Diego Muñoz
Cedida

Cierre de investigación canónica

Posterior a eso, los abusos continuaron, e incluso hacía que el menor no asistiera a clases para realizar actos de connotación sexual. Según la denuncia, se besaron, el cura le realizó varias tocaciones en sus genitales y también implicó sexo oral, en su casa en Linares, donde llevó al menor.

La investigación canónica, sin embargo, se cerró el 10 de septiembre de 2015, una semana después de que el religioso falleciera, a pesar de que un día antes se habían comprometido a mantenerla vigente.

No era la única denuncia, porque ya en 2009 una secretaria del colegio había interpuesto una por los mismos hechos, al ingresar a la oficina donde ambos estaban. Pero el sacerdote obligó al menor a negar la situación y a convencer a su mamá de enviar una carta donde desestimara los abusos. La secretaria posteriormente fue desvinculada del lugar, según el relato.

El denunciante, Diego Díaz, interpuso una demanda en la Fiscalía el pasado 6 de marzo, en la que pide que se investigue y se acrediten los hechos.

Apunta como encubridor al sacerdote David Albornoz, quien le tomó la declaración, por no interrogar al cura acusado ni a los testigos. Reclamó a los salesianos por el manejo de estos casos y por no prestarle ningún tipo de ayuda.

Relata que expuso el caso en el Arzobispado de Concepción, pero que la respuesta fue que se trataba de un caso que debía revisar la congregación, puesto que ellos revisan los casos de sacerdotes diocesanos.

Sin embargo, hace menos de un mes el arzobispo Fernando Chomalí se contactó con el denunciante, a quien le ofreció ayuda psicológica.