Ante el silencio de la Fiscalía Militar sobre la investigación por el robo de dos fusiles de guerra del Regimiento Chacabuco, el Gobierno indicó que los implicados siguen detenidos.

El hermetismo del persecutor Fernando Grandón impide conocer si han sido sometidos a proceso o el plazo para resolver esa instancia se prolongó otros cinco días, tal como lo permite la ley castrense.

Ante el silencio de quién investiga, el gobernador de la provincia de Concepción, Robert Contreras, entregó algunos datos en función de la comunicación que aseveró tener con el fiscal uniformado.

Los jóvenes involucrados arriesgan una dura pena por el robo de material de guerra que ellos mismos planificaron, delito que se sanciona con hasta diez años y un día de cárcel.

Uno de los fusiles fue encontrado por un equipo multidisciplinario de carabineros de Concepción, en un inmueble penquista, mientras que el segundo sigue siendo buscado.

Durante los últimos días, la policía uniformada realizó operativos y allanamientos en domicilios de San Pedro de La Paz y Hualpén, sin hallar el arma de guerra.

El jueves pasado, el fiscal militar realizó una extensa reconstitución de escena, en el regimiento Chacabuco, por el lado de la avenida General Bonilla, punto donde los centinelas aseguraron haber sido atacados por desconocidos que les arrebataron los fusiles, lo que resultó ser una farsa.