Una optimista directora nacional del Sename, Susana Tonda, llegó a Coronel, manifestándose confiada en sacar de la crisis al Centro de Internación de esta ciudad y para lo cual se autoimpuso un plazo de dos meses.

Tonda admitió que es un proceso lento, siendo prueba de ello el nombramiento del director regional y el mejoramiento pendiente de la infraestructura del establecimiento.

La sorpresa de la visita fue tal, que en la Intendencia y la Seremi de Justicia se informaron por los medios de comunicación de la presencia de la auntoridad en el recinto.

Desde el aeropuerto la directora nacional del Sename se dirigió directamente a Coronel, donde está el más complejo centro del organismo en el Bío Bío, el que recorrió por cerca de tres horas.

Al retirarse del que es calificado como el signo de la crisis del servicio en la zona, expresó su confianza en mejorar la situación del lugar, no sólo en cuanto a la falta de programas de atención para los infractores de ley, sino también por las falencias estructurales que tiene el centro.

“Se requiere gran necesidad de infraestructura, pero también se requiere mejorar las rutinas, la disciplina; y en eso estamos trabajando”, manifestó.

Eso sí, fue nula la autocrítica de Susana Tonda para explicar que a casi un año de su gestión no exista un director titular del Sename en el Bío Bío, sumado al hecho que no se hayan podido usar los recursos entregados en el gobierno anterior para mejorar la infraestructura y se sigan repitiendo episodios como el hallazgo de armas hechizas o la agresión de parte de jóvenes a los educadores.

Al admitir que aún hay problemas por resolver, Tonda aseguró que en abril deberían visualizarse avances, aunque sin referirse a por qué la demora para atender necesidades que eran urgentes al asumir ella el año pasado.

“Todavía nos falta mucho por avanzar. Si ustedes nos preguntan cuánto: bastante. Así que en los próximos 60 días estamos ahí todos trabajando”, apuntó Tonda.

No obstante, emergencias graves como la ingesta de vidrio de parte de jóvenes en octubre del año pasado y la intoxicación alimentaria de septiembre, recién hace unas semanas la dirección nacional implementó medidas que pasaron por remover al director del Centro de Internación de Coronel, Esteban Isla, e instalar en la jefatura al psicólogo Richard Castro, quien tendría hasta abril para mejorar la situación del establecimiento.