Polémica y discusión generó la libertad que esta semana otorgó la justicia al hombre que hace una década fue sindicado y condenado como el mayor narcotraficante de la comuna de Hualpén, región del Bío Bío.

A través de redes sociales, se criticó a defensores y jueces por respaldar el beneficio para Reinedio González, alias “El Martillo”, dudando del proceso de rehabilitación que acreditó ante la Comisión de Libertad Condicional de la Corte de Apelaciones de Concepción.

La defensora penitenciaria María Cristina Melgarejo, explicó que González, además de cumplir diez de los 15 años de condena, se tituló como técnico en madera, y que por lo tanto ahora es la sociedad la que debe darle una oportunidad para su reinserción social.

En eso coincidió el vicario de la Pastoral Social, José Cartes, al subrayar que para la Iglesia Católica es deber de la sociedad de dar una oportunidad a quien ha cumplido ya su sanción.

Correspondiente a cifras, éstas indican que entre 2011 y 2017 la reincidencia ha bajado considerablemente; mientras hace siete años, según Paz Ciudadana, sobre el 50% de los condenados que salían con libertad condicional volvía a delinquir.

Además, un informe de Gendarmería de abril del año pasado reveló que un 93% de los beneficiados lograba una exitosa reinserción social.