El Barrio Estación antes era uno de los límites de Concepción, pero el centro de la ciudad se ha expandido y ha llegado hasta este lugar. Lo que antes era conocido como el corazón bohemio de la capital penquista ahora está subutilizado, pero hay proyectos para que vuelva a crecer.

Actualmente, el Barrio Estación está casi vacío: más de 10 locales han cerrado en los últimos años, dejando solo algunos espacios como El Tablón y el Negro Mandanga en pie.

Ya no es el barrio bohemio que fue cuando concentraba lugares como el Treinta y tantos, Beer Bar o La República, con cientos de penquistas llenando los locales cada noche. Ahora, ese público migró hacia Ejército, Plaza Perú o Pedro de Valdivia.

Los carteles de Se Arrienda o Se Vende son comunes en las ventanas de oficinas o locales del barrio. La mayoría de los edificios tienen sus fachadas sin mantención, como también lo está la Plaza España.

Historia y declive

Antes de ser el centro bohemio de Concepción, ésta era la primera entrada a la ciudad para los viajeros que bajaban del tren, y se caracterizaba por tener hostales y chicherías que los recibían.

El arquitecto urbanista e investigador Luis Darmendrail relató que “ese gran complejo ferroviario que estaba compuesto por casas, viviendas, el Club Deportivo Fernández Vial, etc, formaban una especie de conjunto bien interesante desde el punto de vista arquitectónico y urbano”.

Luis Darmendrail
Luis Darmendrail

Ésto, señaló, “se perdió con la expropiación para lo que hoy en día es el barrio cívico. Con el pasar del tiempo también empezaron a proliferar distintos tipos de locales comerciales. En un momento pasamos de tener talleres mecánicos a tener pubs y restaurantes”.

Después de la remodelación de calle Prat a comienzos de los noventa y con la disminución del uso del tren, el espacio fue cambiando. Las discos tuvieron éxito y la bohemia penquista se concentró en el lugar con bares y pubs que recibían a los fiesteros.

El lugar tuvo éxito entre lugareños y visitantes, siendo un punto de encuentro para la música y la bohemia hasta que, a comienzos de la década de los 2000 la inseguridad se tomó el sector. Homicidios, apuñalados, riñas, asaltos y todo tipo de violencia se podían ver en las calles.

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La llegada de la intendencia al ex edificio de ferrocarriles en el año 2007 fue otro hito que marcó el barrio: la planificación de un centro cívico en la zona iba a influir en lo que pasaba al otro lado de Prat.

Otro cambio importante se produjo con el terremoto del 2010 que dejó inoperable el emblemático Hotel Cecil. El edificio se convirtió en un elefante blanco en una de las esquinas de Plaza España.

Así se selló el declive del conocido barrio bohemio de Concepción.

El repunte

Sin embargo, con la disminución de los asistentes y el cierre de discos, la inseguridad ha bajado rotundamente en la zona.

“Han significado a fin de cuenta que hay una baja de los delitos y un aumento en la percepción de seguridad de las personas que transitan por este populoso sector de la ciudad”, explicó el encargado de Seguridad Pública de la Municipalidad de Concepción, Alexis Sánchez.

Especificó que, según datos de la primera comisaría, entre el 2016 y el 2017 han bajado en un 13% los indicadores de delito.

Además, el crecimiento de la ciudad ha obligado a buscar nuevos límites, por lo que las autoridades han puesto sus ojos sobre el río.

Sin embargo, para ello se requiere el soterramiento de la vía férrea para que Concepción no le de más la espalda al Bío Bío.

Sergio Baeriswyl, encargado del concurso internacional de urbanismo que busca una nueva cara para el sector, explicó que “lo que va a ocurrir con la desaparición de la línea férrea es que va a existir una relación continua entre lo que es el centro de Concepción y la rivera norte”.

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“Esa actividad y ese dinamismo obviamente traen un sinnúmero de oportunidades comerciales, y también un aumento del valor del suelo que hace más competitivo que las actividades se puedan instalar ahí”, explicó.

Según los expertos, esto puede revitalizar Barrio Estación, pero con otro giro.

Las nuevas oficinas que se abrirán en el Barrio Cívico, escuelas y universidades cercanas requieren de servicios que hasta el momento han permitido la aparición de una serie de locales de comida en el lugar, que ya ven los beneficios de estos cambios.

Esta amplitud del centro ya había sido vivida por Luis Yañez, dueño de la productora UAU, quien desde 2005, y por nueve años, mantuvo sus oficinas en Barrio Estación.

“Una de las ventajas comparativas que tenía este sector es que era céntrico, era ‘barato’, había estacionamiento, y nos permitía estar a pocos pasos de nuestros posibles clientes. Entonces, era un lugar bastante estratégico“, recordó Yáñez.

Con esto, las calles que conforman el Barrio Estación en el cuadrante entre O’Higgins, Prat, Freire y Serrano ya no se pueden considerar la “esquina” de la ciudad, ni las afueras. Ahora, y en el futuro, se incorporan a lo que es el centro de Concepción.