Una serie de denuncias por abuso sexual reiterado, manipulación de conciencia y malversación de fondos atraviesa el Obispado de Valparaíso. A través de una carta, uno de los denunciantes señaló que la Iglesia no quiere llegar a un acuerdo para terminar -entre otros puntos- el proceso judicial del presbítero Mauro Ojeda, uno de los principales apuntados.

Abuso sexual reiterado, manipulación de conciencia y malversación de fondos son algunas de las denuncias que atraviesa el Obispado de Valparaíso.

Mauricio Pulgar Lazo, uno de los denunciantes, envió una carta a la entidad eclesiástica para que se refiera al respecto.

En la misiva se acusa a Jaime Da Fonseca y a Humberto Henríquez de los hechos mencionados. Según la carta, este último “fue trasladado e incardinado con la firma del obispo Gonzalo Duarte a la diócesis de San Felipe”.

Asimismo, Pulgar Lazo -quien afirma ser víctima de abuso sexual clerical- sostiene que la Iglesia no quiere llegar a un acuerdo para terminar el proceso judicial del presbítero Mauro Ojeda, uno de los principales apuntados.

“Actualmente terminó el proceso penal administrativo contra el presbítero Mauro Ojeda a quien, junto con otros denunciantes, hemos acusado de pedofilia, abuso sexual, acoso sexual, manipulación de conciencia y violencia física”, dice el escrito.

Ante ello, el denunciante indica que la institución no quiere preparar un decreto condenatorio para que sea ratificado en Roma. “El obispo no permite ninguna comunicación con nosotros, bajo el argumento de que nosotros lo demandamos”, dijo.

En tanto, Dominique Karahanian, psicoterapeuta y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad Mayor, señaló que es fundamental dar credibilidad al testimonio de la víctima para iniciar un proceso de reparación.

“Es significativo que la institución que está por sobre la persona que cometió el delito de alguna manera reconozca y pida perdón a nombre de la institución”, detalló.

Radio Bío Bío contactó al Obispado de Valparaíso para conocer su versión. No obstante, informaron que no emitirán declaraciones sobre el caso mientras dure la investigación que se lleva a cabo en tribunales.

Lee la carta que contiene las denuncias contra el Obispado de Valparaíso:

Señor Obispo de Valparaíso.

Soy Mauricio Pulgar, sobreviviente y denunciante de Abuso sexual clerical, manipulación de conciencia, abuso de poder y tortura de la diócesis de Valparaíso.

Por diversos medios he tratado de que usted cumpla su rol de pastor hacia quienes hemos sido bautizados, confirmados y que seguimos posteriormente un camino de formación religiosa truncado por los abusos sexuales, manipulación de conciencia, malversación de fondos de la iglesia y torturas ocurridas tanto en parroquias, seminario pontificio mayor y universidad católica de Valparaíso.

Las denuncias que hice han sido corroboradas por el Vaticano una a una. Tanto las denuncias a Jaime Da Fonseca, como a Humberto Henríquez quien fue trasladado e incardinado con la firma del obispo Gonzalo Duarte a la diócesis de San Felipe.

Actualmente terminó el proceso penal administrativo contra el presbítero Mauro Ojeda a quien, junto con otros denunciantes, hemos acusado de pedofilia, abuso sexual, acoso sexual, manipulación de conciencia y violencia física.

Más allá de los procesos ¿Dónde quedó el deber cristiano de ponerse de lado del que sufre? ¿A qué se debe su actitud de no escucharnos, no querer reunirse con nosotros y finalmente tratarnos a nosotros como si fuéramos basura y culpables de la debacle religiosa de la diócesis? ¿Qué lo motiva a no condenar al presbítero Ojeda como ha pedido el papa Francisco?

Obispo ¿Nos denigra por cumplir el deber cristiano de denunciar? ¿Nos está castigando por buscar limpiar la iglesia de la pedofilia, el abuso sexual, el acoso sexual, la manipulación de conciencia y la malversación de fondos de la iglesia?

Estamos a 16 de mayo del 2022 y el obispado de Valparaíso aún no levanta ninguna demanda por el daño que ejerció el sacerdote Jaime Da Fonseca a la diócesis y por MALVERSAR fondos de la iglesia. Hemos denunciado reiteradamente, sin espacio alguno de escucha que el sacerdote dimitido por el vaticano, Jaime Da Fonseca, SIGUE EJERCIENDO EL MINISTERIO, CONFESANDO, HACIENDO DIRECCION ESPIRITUAL, CELEBRANDO MATRIMONIOS Y FUNERALES.

Obispo, el papa Francisco lo nombro como aquel que debe VELAR POR LOS DEMAS, pero usted no está protegiendo a la diócesis , ni a las y los creyentes, ni mucho menos ayudando al clero de la diócesis de Valparaíso a salir de esta actitud de no crecer espiritualmente, sanar las heridas y aprender que no debe existir el espacio para el abuso sexual, la manipulación de conciencia ni abuso de poder, al mismo tiempo, aprender que malversar fondos de la iglesia es una traición a la confianza de las y los creyentes, a la confianza del papa Francisco. Estamos disponibles para colaborar en recomponer las confianzas hacia el clero, pero depende de usted.

Obispo, como cristiano, a quien usted está llamado y obligado a escuchar, lo invito a escuchar la verdad, a dejar de atacarnos e ignorarnos como si los denunciantes tuviéramos la culpa de la pederastia en la diócesis de Valparaíso.

El proceso contra el presbítero José Olguín aún no termina, el proceso contra el presbítero Mario Lisperguer ni siquiera ha comenzado ¿Cómo espera que las y los creyentes se sientan cómodos en una diócesis donde no se lucha contra el abuso sexual clerical, sino que se lucha contra quienes denuncian?

Obispo, queremos y merecemos terminar nuestros últimos años con paz, por favor, no extienda el sufrimiento que jamás debimos recibir.

MAURICIO PULGAR LAZO