Estable dentro de su gravedad se mantiene en el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso un niño de 13 años que el pasado domingo recibió un disparo en la cabeza en el sector de La Capilla, en la comuna de Quillota. El gobernador provincial, en tanto, planteó dudas sobre la versión de la familia al manifestar que no hay evidencia que respalde que haya sido un accidente.

De acuerdo a la versión que la familia entregó a Carabineros, en un camarín el menor y un amigo encontraron un arma, la que al intentar ser manipulada por este último se disparó. El proyectil le habría llegado de rebote a la víctima, causándole una lesión craneal severa.

En su momento el joven fue derivado al Hospital San Martín de Quillota, desde donde fue traslado a Valparaíso por la gravedad de sus lesiones.

El mayor de Carabineros en Quillota, Misael Olivares, indicó que el joven que efectuó el disparo fue dejado en libertad a la espera de ser citado por el Ministerio Público.

El gobernador de la provincia de Quillota, Iván Cisternas, puntualizó que el arma no pudo ser encontrada y que Carabineros no halló rastros de sangre en el camarín en que habría ocurrido el hecho.

Cisternas dijo que, a dos días del presunto accidente, no sabe exactamente qué tipo de arma era y si estaba debidamente inscrita.

Durante la madrugada del lunes el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso realizó una operación para intentar retirar parte del proyectil que se había quedado alojado, tras lo cuál quedó bajo observación durante 72 horas para evaluar su avance.