Un hombre deberá pasar dos años internado en la dependencia psiquiátrica del Hospital Clínico de Magallanes, luego de ser declarado culpable por siete delitos de violencia intrafamiliar y de género, además de porte de arma blanca. En uno de estos episodios envió un ramillete de flores en la casa de su hermano, el cual contenía una amenaza de muerte: "Estas son las flores para tu funeral, porque te voy a matar".

El Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas ordenó la intervención de un hombre en la dependencia psiquiátrica del Hospital Clínico de Magallanes durante dos años.

El sujeto fue hallado culpable por siete delitos de violencia intrafamiliar y de género, además de porte de arma blanca. Aunque arriesgaba al menos dos años y medio de cárcel, se dispuso que esté bajo resguardo médico por su deteriorada salud mental.

El primer delito que se pudo acreditar durante el juicio ocurrió el 2 de noviembre de 2020, cuando rayó el auto de su madre, le reventó los cuatro neumáticos y la amenazó de muerte.

El 3 de febrero de 2021 fue al domicilio de su hermano y destruyó el portón de acceso, profiriendo amenazas de muerte contra él y su cuñada.

Tres semanas después llamó por teléfono a su hermano, a pesar que tenía la prohibición de mantener contacto con él por resolución judicial. “Si no retiras la denuncia te voy a matar”, dijo.

Hombre envió flores a su hermano como amenaza de muerte

Las víctimas dispusieron de un portón metálico y cámaras de seguridad. Sin embargo, el 19 de marzo del 2021 regresó a la casa y dejó un ramillete de flores sobre la nueva entrada. “Estas son las flores para tu funeral, porque te voy a matar”, amenazó.

Carabineros llegó al lugar y lo detuvo, encontrando una cortaplumas de 20 centímetros entre sus vestimentas.

En un juicio de fondo, el hombre fue condenado por cuatro delitos de amenazas y dos simples, todos en contexto de violencia intrafamiliar. También fue hallado culpable de desacato y porte de arma cortante.

El acusado cumplió con prisión preventiva, pero durante la tramitación de la causa se acreditó su enajenación mental a través de una pericia del Servicio Médico Legal. Al ser inimputable, los jueces lo sentenciaron a dos años de internación provisoria.

Según la sentencia, la medida de seguridad implica la intervención de un médico psiquiatra “a fin de procurar que se obtenga la mejor rehabilitación posible, atendidas sus condiciones particulares”.