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Funcionarios de la Seremi de Salud y la Compin en la región de Los Ríos se movilizan exigiendo mejoras laborales, buscando el aumento de grados para 26 trabajadores a nivel regional, denunciando que los fondos están disponibles pero bloqueados por una circular de la Dirección de Presupuestos. Critican la centralización de estas mejoras solo en la región Metropolitana y demandan mayor estabilidad laboral acorde al Estatuto Administrativo. Tras paralizaciones intermitentes con turnos éticos, los dirigentes evalúan intensificar las medidas si no obtienen respuesta del Gobierno.

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Solo con turnos éticos estuvieron trabajando ayer miércoles los funcionarios de la Seremi de Salud y la Compin, en la región de Los Ríos, exigiendo mejoras laborales.

Las personas que prestan servicios en la Secretaría Regional Ministerial de Salud, ubicada en Chacabuco con García Reyes; en la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) ubicada calle Independencia con Maipú y la oficina provincial del Ranco, están movilizados.

La medida de presión busca que el Gobierno acceda a mejorar el grado a 26 funcionarios a nivel regional, pues aseguran que los dineros están disponibles, pero no pueden ser usados por una circular de la Dirección de Presupuestos.

El presidente de la Federación Nacional de Funcionarios de la Subsecretaría de Salud Pública en la zona, Ricardo Rivera, lamentó que esta mejora de grados se haya realzado solo en la región Metropolitana, lo que, a su parecer, demuestra que el centralismo sigue vigente.

También exigen que se respete lo dictado en el Estatuto Administrativo y acercarse a la proporción de 80% de planta y 20% a contrata.

Según los dirigentes, eso hoy está muy lejos de cumplirse, ya que actualmente solo el 5% de los funcionarios pertenecen a la planta y el 95% restante prestan servicio bajo la modalidad de contrata, lo que califican como precariedad e inestabilidad laboral.

La movilización inició el miércoles 14 de agosto, repitiéndose el miércoles 21 y ayer, con una paralización por 24 horas y atención con turnos éticos.

Sin embargo, los dirigentes están evaluando radicalizar la medida de presión si no reciben una respuesta satisfactoria por parte del Gobierno.