Se dice que la suerte, el destino o el juego de la vida tienen su lugar, hora y fecha precisa. Ni antes ni después. Es lo que le sucedió con Adolfo Olegario Fernández, de 47 años, “nacido y criado en San José de la Mariquina”, y que actualmente trabaja como agricultor en el pueblito de Pumillahue, región de Los Ríos.

Fue el viernes 10 de julio cuando decidió volver a jugar Kino, luego de algún tiempo en que no lo hacía por las restricciones para salir. “Me gusta jugar con mi cuñado”, dice.

Ese día Adolfo estaba contento porque había recibido la visita de su única nieta, Sofía, quien cumplía un año de vida y, junto a sus papás, lo venía a celebrar a la casa del abuelo.

Fue justamente su único hijo, también llamado Adolfo (22 años), y papá de la pequeña Sofía, quien ese viernes le dijo: “Papá, voy a jugar un Kino por internet, ¿por qué no juegas uno?”. Y a Adolfo le ‘tincó’ volver a jugar, estaba contento y entusiasmado con la visita de sus familiares, era una forma nueva de jugar Kino para él, “y pude elegir mis números”. Nada especial, los que le parecieron bien en ese momento.

Al otro día, en medio de las labores de casa para atender de la mejor manera a sus visitas tan queridas, su hijo lo llamó para revisar el Kino y fue ahí cuando saltaron de alegría. Adolfo gritó, la nuera lo abrazó y todos se alegraron mucho con este nuevo ganador de Chao Jefe de Por Vida, con 500 mil pesos mensuales para siempre.

Adolfo hasta ahora se emociona. “Este es un regalo de Dios, será que a uno lo premian porque he tratado de ser buena persona, yo ayudo a los viejitos cuando puedo. Yo manejo y los llevo en el auto a sus cosas”.

Adolfo es oriundo de San José de la Mariquina, pero hace años que se fue a vivir y a trabajar en el campo al sector rural de esa zona, en la región de los Ríos, a un pueblito llamado Pumillahue, más para la Cordillera y no tan desconocido, ya que ahí se encuentra la famosa la Mina Madre de Dios.

Esta mina, en el siglo XVI, fue uno de los más reconocidos yacimientos de oro de toda América Latina. “Yo también he buscado y sacado oro”, dice de inmediato Adolfo, aunque su labor como agricultor y campesino es lo que le ha dado su sustento para vivir.

“Acá estoy con mis animalitos también, mis gallinas, chanchitos, caballos”, dice con orgullo.

Adolfo confiesa que ha tenido una vida feliz en Pumillahue, donde se levanta apenas amanece y se preocupa de sus animales, a quienes debe alimentar y atender.

Luego, dice, “no falta su arreglito, que las cercas, que el techo, que cortar leña para secarla y ahí después venderla. Mi señora se dedica a la casa y prepara pan amasado o sopaipillas en este tiempo, junto a uno de los platos favoritos que tengo, la cazuela de vacuno o de pollo”.

Y los fines de semana los dedica más a la familia. “Cuando me vienen a visitar mi hijo y su familia, mis sobrinos, lo pasamos bien. Ahora no ha sido tanto por esta cuestión de la pandemia, hemos estado más guardados, yo voy de carrerita a San José de la Mariquina y me vuelvo al tiro. Veremos más adelante si se puede y vamos de viaje a visitar a los primos que viven en Corral, eso sería para darme un gustito”.

Y en cuanto al premio, Adolfo dice que se cumplió un sueño, “porque mi hijo siempre me decía: ‘papá, yo te voy a comprar una parcela’. Y ahora, gracias a Kino, ya podemos comprar otro terrenito y ampliar lo que tenemos. Acá somos felices y ahora con este regalo más todavía. En el pueblo todos están contentos con lo que gané y me felicitan. Y ya sé que para el próximo cumpleaños de mi nieta Sofía, tenemos que celebrarla aquí, cómo sabe si se me repite la suerte”.

Kino se puede jugar por internet o comprando en diversos locales comerciales a lo largo del país. Se sortea domingo, miércoles y viernes.

Kino
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