Las embarcaciones hundidas en el río Valdivia, encontradas en cercanías del proyecto “Puente Cochrane”, tendrían una data incluso superior a los 120 años.

La oficina especializada ARKA elabora una línea de base de patrimonio cultural subacuático, en el marco del contrato encargado por la Dirección de Vialidad del MOP bajo mandato del Serviu, titular del proyecto “Puente Cochrane”, para efectos constructivos y ambientales, en el proceso de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental de la iniciativa.

En esa labor, realizaron una prospección bajo el río, que tuvo como primer resultado el levantamiento de información que dio cuenta de diez elementos de patrimonio cultural subacuático en el área de estudio, cuatro en el área de influencia y seis en las inmediaciones.

El encargado de las faenas y buzo profesional, el arqueólogo marítimo Diego Carabias, aseguró que las embarcaciones encontradas corresponden con probabilidad de la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.

El experto manifestó que estas embarcaciones menores y con uso portuario son monumentos históricos, por lo tanto, ya están protegidos por la ley.

Carabias indicó que una segunda etapa está en curso, relacionada a faenas más acabadas de sondeos en los cuatro sitios encontrados en el área de influencia del proyecto. Estos trabajos son parte de los requerimientos para que más adelante exista un pronunciamiento de la autoridad ambiental.

Incluso, el profesional manifestó que estas excavaciones arqueológicas subacuáticas podría llevar al hallazgo de artefactos, los cuales deben ser conservados y tratados por especialistas, para luego ser analizados.

Todos estos antecedentes son recavados para completar la línea base. El representante de ARKA señaló que los primeros resultados se irán afinando en la medida en que las fases vayan avanzando.

Asimismo, el experto indicó que la variable de patrimonio cultural subacuático debe ser incorporado progesivamente en proyectos de inversión.

Sobre estos estudios, Carabias manifestó que lo que pretenden generar es información crítica para elaborar un plan de manejo arquelógico, y con ello determinar cómo lo encontrado interactúa con el proyecto de puente Cochrane-Los Pelúes y cómo podría verse afectado este patrimonio cultural subacuático por las obras del viaducto.

Con ellos se deben proponer medidas de mitigación o compensación que permitan garantizar su intervención mínima, evitando impactos innecesarios y ver las soluciones técnicas que apunten a la recuperación de mayor cantidad de información.

El investigador indicó que lo recomendable es que los hallazgos debieran permanecer donde están, según recomienda la Unesco y organismos asesores, sin perjuicio de que existan otras alternativas que deben ser ponderadas una vez con todos los elementos técnicos.