Una fiscalización realizada por la Superintendencia del Medio Ambiente al vertedero municipal de Osorno, permitió advertir una serie de irregularidades que de no ser subsanadas a la brevedad, significarían un riesgo inminente para la población.

Por ello la Superintendencia abrió un proceso contra la casa edilicia local.

Así lo confirmó a Radio Bío Bío la jefa regional del organismo medio ambiental, Ivonne Mansilla, añadiendo que se trató de una inspección ejecutada de forma conjunta con representantes de la Seremia de Salud y que concluyó que “las condiciones de operación del vertedero son de Alto Riesgo Sanitario y Medioambiental”.

A través de la resolución 696, dijo se le informa las falencias detectadas, por lo que deben “adoptar las medidas provisionales de tipo correctivo y ordenar monitoreos y análisis debido a los hallazgos encontrados”.

Dentro de las falencias detectadas, dijo, se encuentra la falta de un cierre perimetral efectivo que evite que terceros accedan directamente o fuera del horario de operaciones.

Se suma la falta de limpieza en el acceso, ya que en el camino también se detectó residuos que provocan la llegada de vectores como moscas o jotes, que provocan problemas a las familias de las inmediaciones.

Pero una las principales preocupaciones, dijo Mansilla, fue el detectar el mal manejo de líquidos lixiviados –propios de éste tipo de recintos- y que estaría provocando su escurrimiento hacia el estero Curaco, el cual por efecto natural tiene conexión con el Río Rahue.

Allí radica, añadió, el principal fundamento para dar curso a las acciones adoptadas que buscan evitar una crisis sanitaria para la ciudad.

De esta forma se le ordena al municipio de Osorno que en un plazo máximo de 15 días hábiles, ejecutar las medidas provisionales que en suma tienen por objetivo evitar un riesgo inminente para la comunidad.

Paralelamente, la casa edilicia puede apelar a las conclusiones obtenidas a través del proceso de fiscalización.