Según los antecedentes que denunció Gendarmería, los comuneros mapuches tanto condenados como imputados, disfrutan de estos privilegios, entre los cuales se detalló un sillón sexual, una piscina armable e incluso, el ingreso libre de alimentos de todo tipo.

Congresistas de la región de La Araucanía, criticaron la situación que se registra en el Centro de Detención Preventiva de Angol, puntualmente en el módulo de comuneros mapuches, sector en el cual se reveló hace unos días por denuncias de Gendermes, hay una serie de privilegios que no tiene el resto de la población penal.

El diputado de Amarillos por Chile, Andrés Jouanett, aseveró que una cárcel es un lugar para la privación de libertad de quienes han cometido delitos y allí no pueden tener privilegios, aclarando que a su juicio si se invoca el Convenio 169 de la OIT, el mismo acoge sólo aspectos culturales.

“El Convenio 169 de la OIT en el caso de los pueblos indígenas, no habla de privilegios, lo que habla son aspectos culturales (…) un sillón sexual no es un aspecto cultural, una piscina no es un aspecto cultural, en la cárcel de Angol algunos presos utilizan la fuerza para tener privilegios, eso es inaceptable (…) el Gobierno tiene que hacer algo”, sostuvo.

Para el diputado de Renovación Nacional, Miguel Mellado, se debe explicar el porqué Gendarmería no puede controlar este tipo de situaciones.

“La verdad Gendarmería no puede colocar coto a esto, ¿de quién es la orden?, ¿quién dio la orden en este Gobierno?, la verdad es que tienen que terminar los privilegios de estos terroristas, violentistas”, indicó.

Según los antecedentes que denunció la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) y que publicó el diario La Tercera, los internos del módulo de comuneros mapuches, tanto imputados como condenados, son los que mantienen una serie de privilegios.

Entre ellos, se detalló un sillón especial para visitas conyugales, una piscina armable para ellos y sus visitas, además, se informó el ingreso libre de alimentos de todo tipo.