En 2013, el comunero y líder de la RAM fue condenado por la justicia chilena a nueve años de cárcel por ataques incendiarios y porte de armas de fuego, en reivindicación del conflicto territorial del sur de Chile. Eso sí, con la presentación de un recurso de amparo ante la Corte de Temuco, salió de la cárcel y se fugó en enero de 2022. "Que esto sirva como experiencia respecto a los beneficios carcelarios que algunos tribunales otorgan”, dijeron desde el Partido Republicano.

La madrugada de este lunes el dirigente mapuche Facundo Jones Huala fue detenido en la provincia argentina de Río Negro, luego de un año prófugo.

El líder de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) había salido de la cárcel el 21 de enero de 2022 tras presentar un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Temuco, tras lo cual se le perdió el rastro.

La senadora por la zona Carmen Gloria Aravena (ex Evópoli – hoy Partido Republicano) llamó a la justicia chilena a sacar lecciones y no seguir otorgando beneficios a condenados por hechos de violencia graves.

“Es un hecho relevante. Llevaba más de un año fugado. Confirma el error de la justicia de haber otorgado la libertad. Que esto sirva como experiencia respecto a los beneficios carcelarios que algunos tribunales otorgan”, zanjó.

En tanto, el diputado Miguel Mellado (RN), también representante por la zona, dijo esperar que Facundo Jones Huala siga cumpliendo su sentencia, sin ningún tipo de beneficio.

“Espero que termine de cumplir su pena sin ninguna posibilidad que una corte le dé una libertad condicional a este terrorista, que tiene que estar preso”, lanzó.

Por parte del Gobierno, el delegado presidencial José Montalva calificó como una buena noticia la captura del comunero y destacó el trabajo en conjunto de ambos países.

Hoy mismo la Fiscalía de Río Bueno ingresó ante el Juzgado de Letras y Garantía de esa comuna la solicitud de extradición del comunero.

En enero de 2013, Facundo Jones Huala fue condenado a nueve años de cárcel como autor de un ataque incendiario en un predio de Pisu Pisué, en la región de Los Ríos.

A eso se suman los delitos de incendio y tenencia ilegal de armas, por lo que también fue sentenciado a otros tres años de presidio.