Un equipo de fiscalizadores de la Administración de Aduanas de Puerto Aysén, detectó un vehículo que fue adquirido con beneficios tributarios, pero que no estaba siendo utilizado por el beneficiario.

El hecho se produjo en el embarcadero de la barcaza Queulat, en Puerto Cisnes, en la región de Aysén.

Hasta el lugar, llegó un turista manejando un automóvil cuya propietaria lo había comprado utilizando la franquicia especial para uso de personas con discapacidad contempladas en la Ley de Discapacidad y Ley de Franquicias Tributarias.

De acuerdo a dicha normativa, el vehículo debe ser manejado exclusivamente por: el beneficiario, guardador, cuidador registrado o el representante legal.

Sin embargo, en este caso los fiscalizadores revisaron la placa patente y descubrieron que el conductor no era el propietario o la persona habilitada para su uso, por lo que incautaron el automóvil.

El hombre justificó que estaban en un proceso de compraventa con la dueña, lo que tampoco está permitido para este tipo de franquicias que no han transcurrido 3 años desde su entrega.

Este tipo de incumplimientos tiene sanciones aduaneras o tributarias. Además, el conductor incurrió en el delito de contrabando de acuerdo a la normativa aduanera, que considera: una multa, denuncias en su contra y del propietario del vehículo, y la incautación de este último

El administrador de la Aduana de Puerto Aysén, Elio Zúñiga, explicó que “las personas que acceden a este tipo de beneficios tributarios o franquicias, están plenamente informadas del uso y sus restricciones, por lo que es muy importante que las respeten estrictamente”.

Agregó que de no ser así, se expone inmediatamente al decomiso del automóvil y a los procedimientos administrativos sancionatorios y penales que correspondan.