En dos semanas más, los casi 700 ciudadanos venezolanos que fueron trasladados al consulado chileno en Tacna, por no cumplir con los requisitos de ingreso al país a través del paso fronterizo de Chacalluta, podrían resolver su situación migratoria.

Con este plazo, los migrantes cumplirían tres semanas “en tránsito” bajo el resguardo consular, en medio de los cuestionamientos a la política migratoria del Gobierno por ocasionar una crisis humanitaria en la frontera, solicitando requisitos que no consideran la situación política en Venezuela.

El jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, sostuvo que permitir el ingreso al país sin la documentación necesaria complicaría su inserción a futuro.

El vocero de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, Rodolfo Noriega, acusó al Ejecutivo de implementar medidas administrativas para discriminar el ingreso de extranjeros al país, incumpliendo la normativa internacional.

El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el diputado socialista Jaime Naranjo, señaló que el Gobierno debe implementar una política coherente, considerando el aumento del flujo migratoria en la región.

El próximo martes el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, está invitado a la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara para detallar su viaje a Arica, donde monitoreó la situación en la frontera; y entregar explicaciones por los cientos de migrantes que esperan en Tacna.