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La Corte de Apelaciones de Antofagasta condenó al Instituto de Neurocirugía y al Hospital Regional Dr. Leonardo Guzmán a pagar una indemnización total de $200 millones a los padres de un paciente fallecido de 16 años, a causa de una hepatitis aguda fulminante por atención negligente. El fallo unánime confirmó la sentencia dictada por el Cuarto Juzgado Civil de Antofagasta, señalando la conducta negligente de ambas demandadas en la gestión y atención médica. Destacaron la falta de profesionalismo y humanidad injustificable, así como la falta de diagnóstico oportuno que derivó en la muerte del joven. La resolución también evidenció la falta de coordinación e información entre los establecimientos de salud, lo que restó al paciente posibilidades de recibir un diagnóstico preciso.

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La Corte de Apelaciones de Antofagasta condenó al Instituto de Neurocirugía y al Hospital Regional Dr. Leonardo Guzmán a pagar una indemnización total de $200 millones a los padres de paciente un paciente fallecido.

El joven de 16 años, murió el 23 de noviembre de 2016 debido a la atención negligente de una hepatitis aguda fulminante, según lo detallado.

Por lo mismo, en un fallo unánime la Segunda Sala del tribunal de alzada confirmó la sentencia dictada por el Cuarto Juzgado Civil de Antofagasta, que condenó en costas a las demandadas.

En cuanto a la sala, estuvo integrada por los ministros Virginia Soublette Miranda, Juan Opazo Lagos y Eric Sepúlveda Casanova.

Para el tribunal de alzada “se tuvo por acreditado que existió conducta negligente de ambas demandadas, en lo referido a su gestión, personal médico”.

“Un alta médica sin el procedimiento prescrito en los protocolos, un procedimiento de derivación confuso, sin información oportuna al paciente, prestación médica deficiente e inoportuna, que, como concluyó el informe pericial, pudo ser previsto y evitado, ocasionando la muerte del hijo de los demandantes”, puntualizaron.

Respecto al actuar del Instituto de Neurocirugía, el fallo consigna que “No obstante estar tratando a un paciente que en el proceso postoperatorio de una intervención quirúrgica relevante, presenta un cuadro que no resulta determinado respecto del cual solo se elaboraron hipótesis diagnósticas y que puede derivar en complicaciones graves”.

En este sentido, también sostuvieron que “se desliga absolutamente sin adoptar medidas elementales de coordinación e información para cerciorarse que sea debidamente atendido, denotando así una falta de profesionalismo y de humanidad injustificable”.

La resolución agrega que la falla en el diagnóstico del Hospital Regional, precedida de la falta al deber de continuidad en la atención del 31 de octubre de 2016, restó al niño posibilidades de obtener un diagnóstico preciso en su segunda concurrencia al servicio de atención de urgencia.

Finalmente, resaltaron que el error de diagnóstico por parte del Hospital Regional de Antofagasta, producto de la falta de servicio del Instituto de Neurocirugía pudo ser previsto, “existiendo tecnología y antecedentes en su ficha clínica de traslado a dicho establecimiento”.