Alcaldes de comunas del norte del país pidieron recursos al Gobierno para costear la ayuda humanitaria que se está entregando a ciudadanos bolivianos y peruanos que intentan regresar a sus países. Solicitaron además el cierre de los ingresos a las zonas fronterizas, con ciertas excepciones.

El tema fue abordado en una videoconferencia entre la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y la cancillería.

Ante las solicitudes, el ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, anunció que se tomarán medidas para evitar que más extranjeros de los vecinos norteños varados en el centro y sur de Chile se trasladen hacia las fronteras, debido a la falta de capacidad para albergarlos y para evitar que se haga más complejo evitar focos de contagios.

Desde Bolivia también se refirieron al tema, dado que la canciller Karen Longaric destacó que están optando por un retorno gradual de sus conciudadanos, argumentando falta de capacidad de su gobierno para albergar más personas en las localidades cercanas a la frontera mientras cumplen cuarentena.

Alcaldes piden ayuda

El senador socialista Juan Pablo Letelier lamentó la situación de los ciudadanos extranjeros, recordando que la alta comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet, pidió abrir las fronteras, por lo que hizo un llamado al gobierno boliviano encabezado por Jeannine Àñez a colaborar. Dijo que en nuestro país las puertas están abiertas y se les va a ayudar, pero ellos quieren volver a sus territorios.

Hasta ahora hay más de 800 bolivianos en un liceo en Iquique cumpliendo las cuarentenas, y uno de los grupos vuelve a Pisiga el domingo, pero otros 260 ciudadanos están fuera del consulado de Bolivia en Iquique.

En tanto, hay más de 300 personas en Antofagasta y un número indeterminado en Tocopilla.

La alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, quien participó en la videoconferencia, dijo que pidieron al canciller Teodoro Ribera poder coordinar con el gobierno ayuda para poder cubrir las necesidades básicas de las personas y realizarles un test para descartar contagio por Covid-19, y así acelerar la recepeción de las personas en sus respectivos países.

El alcalde de Tocopilla, Luis Moyano, dijo que en su comuna hay un número indeterminado de bolivianos que fueron devueltos al intentar ingresar a Iquique, y que no se trasladaron a Antofagasta. Por eso, pedirá colaboración al Gobierno para poder enfrentar esta situación.

Medidas de Cancillería

Ante estas solicitudes, el canciller Ribera indicó que, a diferencia de las medidas tomadas por Chile para que sus ciudadanos retornen a su territorio, “muchos países han cerrado sus fronteras, y de esa manera han impedido que sus nacionales puedan ingresar a él, fundado todo esto en razones de sanidad”.

Respecto del caso de Bolivia, afirmó que el país vecino “ha cerrado sus fronteras, y solamente permitió que un grupo de 450 personas pudiera ingresar a la localidad de Pisiga, donde están haciendo ahí una cuarentena bajo control de salud de las autoridades bolivianas”.

Esto causó que “mucha gente se aglomerara y agolpara en la frontera boliviana, en la localidad chilena de Colchane, procurando ingresar a Bolivia. Al no poder ingresar y estar ahí 2 o 3 días, sobre 4.000 metros de altura, con frío y sin alimentación, las autoridades chilenas por razones humanitarias organizaron todo un protocolo para llevarlas a Iquique donde las hemos tenido alojadas en el Liceo A7 de dicha ciudad”. La alimentación, aseguró, ha sido aportada por la Organización Internacional de Migración.

De esta forma, acotó que se acordó con el gobierno boliviano que a los ciudadanos de dicho país se les reconocerá el período de cuarentena que hayan hecho en territorio chileno.

Por ello, anunció que las que hayan hecho cuarentena por 7 días en Chile pasarán este sábado a territorio boliviano a la localidad de Pisiga, para hacer cuarentena por 7 días más.

“Mientras tanto estamos tomando medidas para que personas que están en la zona central y la zona sur del país, de nacionalidad boliviana, no puedan viajar al norte porque no tenemos capacidad para albergarlos, y tampoco queremos llevar al norte un riesgo de mayor contagio”, concluyó el secretario de Estado.

Ingreso gradual

En tanto, desde el otro lado de la frontera la canciller boliviana, Karen Longaric, afirmó al medio Los Tiempos que se están gestionando los retornos de sus compatriotas para que se hagan de manera “gradual”.

“El gran problema del gobierno de Bolivia es que no tenemos instalaciones adecuadas en la frontera para que los compatriotas hagan la cuarentena, por eso tienen que aguardar un tiempo para que los grupos que ya están esperando su turno para cuarentena en Pisiga concluyan e ingresen los siguientes”, sostuvo.

“Cancillería va a ayudarlos para que gradualmente vayan ingresando al país luego de cumplir las exigencias que establece el Ministerio de Salud (…) Deben esperar su turno porque el espacio para guardar cuarentena en el territorio boliviano que se ha instalado en Pisiga tiene una capacidad máxima de 480 personas”, sostuvo.