Con un diagnóstico de cierre de ciclo político, una reivindicación explícita del ideario de Jaime Guzmán y una advertencia estratégica al Presidente electo José Antonio Kast, el fundador de la UDI, Pablo Longueira, reapareció este martes para leer el nuevo escenario político como el término definitivo de la transición chilena y el inicio de una etapa que, a su juicio, devuelve al país a la “normalidad” tras más de una década de inestabilidad.
“Esta es la generación de Jaime Guzmán que llega a gobernar. Los ‘Guzmán boys’, como les llamo yo”, lanzó, destacando que “todos nos conocemos”.
“El regreso del sentido común”: Pablo Longueira por Gobierno de Kast
“Estamos viviendo un momento muy especial. Estamos volviendo a la normalidad, al sentido común”, reflexionó Pablo Longueira hoy enmarcando el triunfo del republicano José Antonio Kast como parte de un reordenamiento político “después de 12 años de inestabilidad” y como una oportunidad histórica para romper el péndulo de gobiernos cortos y coaliciones frágiles.
En su análisis, el exministro fue más allá del cambio de administración y situó la elección presidencial como un hito estructural:
“Es un cierre de una etapa. El cierre de la transición chilena. Se votó a una persona que votó que Sí, quiere decir que la sociedad chilena ya no se mueve con ese parámetro”, afirmó en radio Agricultura, señalando que, según él, las decisiones políticas actuales ya no están determinadas por el eje Pinochet–antipinochetismo, sino por las urgencias de hoy.
Longueira también dedicó palabras al liderazgo del Presidente electo, a quien definió como la figura que la oposición necesitaba. “Yo creo que llegó en el momento ideal y en un momento muy especial de Chile”, afirmó. Según su visión, el nuevo mandatario sorprenderá incluso a sus críticos.
Los “Guzman Boy” en el poder
Pero su ánimo de celebración frente al “nuevo ciclo político y social” no solo responde al triunfo de Kast por sí mismo. Y es que para él, el legado ideológico del senador Jaime Guzmán (colaborador de la dictadura militar de Augusto Pinochet, asesinado en 1991) está plenamente vigente, y que son esas personas las que llegan al poder hoy:
“Esta es la generación que tiene que entender que es la generación de Jaime Guzmán que llega a gobernar. Los ‘Guzmán boys’, como les llamo yo. Todos nos conocemos. No conozco a ningún republicano que no haya estado en la UDI”.
Para Longueira, el fundador del Movimiento Gremialista y de la UDI “está más vivo que nunca. Todos fuimos convocados, a todos nos cambió la vida. Esa generación ha llegado al poder”, señaló, y advirtió que el propio sector es el único que podría sepultar el legado de Guzmán si hacen un mal gobierno.
Una coalción amplia
Longueira llamó al próximo gobierno a abrirse a figuras técnicas provenientes incluso del mundo concertacionista para la conformación del gabinete, aunque sin mencionar nombres.
A su juicio, el principal error sería intentar construir una coalición desde el interior del Ejecutivo. “Tienen que armarla afuera, amplia”, recalcó, insistiendo en la necesidad de una estructura política sólida, pues si no se logra estructurar una alianza amplia y estable -dijo- el gobierno de Kast corre el riesgo de transformarse en una experiencia breve.
Pese a la centralidad de su diagnóstico, Longueira reiteró que descarta volver al servicio público. Planea irse a vivir a los Campos de Hielo Sur “para hacer soberanía”.
El fundador de la UDI se posiciona como un observador influyente del nuevo ciclo que, a su juicio, se abre en Chile: uno marcado por “el fin de la transición”, el ascenso de una generación formada bajo el ideario de Jaime Guzmán y la promesa —aún incierta— de estabilidad política más allá de un solo período presidencial.