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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Gobierno chileno descarta movimiento militar en frontera con Perú y señala estabilidad en monitoreo fronterizo. Protocolos conjuntos entre Carabineros, PDI y Policía Nacional del Perú activados tras crisis migratorias en Chacalluta permiten detectar cambios en flujos fronterizos. Ingresos irregulares por pasos no habilitados han disminuido un 48% durante este gobierno.

Cinco días después del anuncio peruano de militarizar todas sus fronteras, el Gobierno volvió a actualizar el escenario y lo hizo aclarando un punto clave: en la frontera con Chile no ha ocurrido ningún movimiento militar.

Según La Moneda, el monitoreo diario que realizan las policías y las Fuerzas Armadas en la macrozona norte muestra un cuadro estable, sin aumentos de ingresos irregulares ni variaciones en el tránsito por la zona.

El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, explicó que este comportamiento responde, en parte, a los protocolos conjuntos que existen entre Carabineros, la PDI y la Policía Nacional del Perú.

Son mecanismos que se activaron después de las crisis migratorias de 2019 y 2023 en Chacalluta, y que hoy permiten detectar rápidamente cualquier cambio en los flujos fronterizos.

Según el ministro, no ha aparecido nada fuera de lo normal, ni en ingresos ni en egresos.

La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, reforzó ese diagnóstico y añadió un matiz importante: lo de Perú sigue siendo un anuncio, no una ejecución en su frontera con Chile.

Aclaró que se trata de una decisión soberana del país vecino —tal como lo fue el despliegue militar que Chile implementó en el norte— y recalcó que no existe ningún signo de tensión bilateral derivado de esta medida.

La Moneda volvió a poner sobre la mesa un dato que considera central para entender por qué mantienen la evaluación de normalidad: durante este gobierno, los ingresos irregulares por pasos no habilitados han caído cerca de un 48%.

Una baja que el Ejecutivo atribuye al refuerzo del personal policial y militar en la zona, a la incorporación de más tecnología y a la modernización de los pasos fronterizos. Con eso, el Gobierno insiste en que la frontera se mantiene bajo control, pese al anuncio peruano.