La Conferencia Episcopal de Chile destacó el legado del papa Francisco, luego de su fallecimiento este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta.
A través de un comunicado publicado en Iglesia.cl, la organización religiosa resaltó la figura del fallecido pontífice, quien será velado en la capilla de su residencia.
“En este Lunes de Pascua, cuando la Iglesia celebra con gozo la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, el Dios de la Vida ha llamado a su presencia a nuestro querido Papa Francisco”, señala la CECh.
“El dolor por su partida nos conmueve profundamente, pero la esperanza que brota del Evangelio y que él proclamó tan intensamente, nos consuela y sostiene. Hoy, con el corazón lleno de gratitud, encomendamos su alma al Padre misericordioso, con la certeza de que el Buen Pastor lo ha recibido en su Reino de paz”, agregan.
En ese sentido, resaltan que “desde su elección en el año 2013, el Papa Francisco fue un testigo incansable del amor de Dios. Con palabras simples pero profundas, con gestos de cercanía y una vida entregada al servicio de los más pobres, nos enseñó que la misericordia no es una idea abstracta, sino el rostro concreto del Evangelio”.
“Nos invitó a salir e ir al encuentro, a construir puentes y no muros. Su voz profética resonó en las periferias del mundo y su testimonio de sencillez, alegría y compasión permanecerá en la memoria de la Iglesia y la humanidad”, apuntan.
“Los obispos de Chile, junto al Pueblo de Dios que peregrina en nuestra tierra -a quienes Francisco acompañó especialmente no solo con su visita, cartas e interés que volviéramos a ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora- elevamos una oración agradecida por la vida y ministerio del Papa Francisco”, afirman desde la Conferencia Episcopal de Chile.
Cabe destacar que el rito de la constatación de la muerte del papa Francisco tendrá lugar este lunes a partir de las 20:00 horas locales (13:00 horas de Chile) en su residencia de la Casa Santa Marta, en cuya capilla será velado.
El pontífice simplificó el año pasado los ritos funerarios en el documento ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis’ y, entre otras cosas, estipuló ser velado en la capilla de su residencia y no en el Palacio, además de que su cuerpo fuera después expuesto a los fieles en un ataúd abierto y no sobre un catafalco en la basílica.
Con su muerte, con 88 años y tras una difícil convalecencia por sus problemas respiratorios, dará inicio al protocolo que regirá su funeral y, después de este, en un plazo no superior de 20 días, la convocatoria de un cónclave para elegir a un sucesor.