Este lunes se votará la censura a la mesa de la Cámara de Diputados, en medio de las recriminaciones cruzadas, principalmente, entre Chile Vamos y el Partido Republicano.

Se trata de una votación incierta, exactamente 7 días después de la elección de la testera que encabeza la comunista Karol Cariola, junto al exPDG, Gaspar Rivas, y el DC, Eric Aedo.

Dentro de la oposición, se ha librado una disputa tanto pública como subterránea, que ha visto como entre el Partido Republicano y el resto de Chile Vamos se han pasado presión sobre lo que sería un segundo fracaso contra el oficialismo y en particular, contra el Partido Comunista.

Figuras como José Antonio Kast, Arturo Squella y Agustín Romero han señalado que toda la derecha debe apoyar la censura y que no hacerlo es validar la elección del PC.

Sin embargo, desde Chile Vamos comenzaron el mismo miércoles a hacer ‘control de daños’, apuntando a que por mucho que compartan los argumentos, hay una diferencia táctica y un llamado público a los impulsores de la moción, a hacerse responsables de conseguir los votos.

Quizás nadie ha sido más dura que la jefa de bancada de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, quien ha hablado de una ofensiva “amateur”, “infantil” e “irresponsable” y auguró un segundo “ungimiento” de Karol Cariola este lunes.

Y pese a que comprometió el respaldo total de la bancada, ya tiene un voto menos, ya que el diputado Juan Carlos Beltrán salió del país en una misión parlamentaria este fin de semana y fuentes consultadas señalan que avisó a última hora.

Al respecto, Ossandón dice que era fundamental lograr un acuerdo previo más sólido, con relaciones de confianza.

Desde el Partido Republicano, reconoce que fue la “indignación” el motor de esta censura e insisten en que la decisión de ingresarla se tomó ‘a última hora’ del martes, cuando se conoció de la suspensión de la sesión especial de sala.

El principal argumento es que no creen en las explicaciones de Gaspar Rivas sobre el ofrecimiento del gobierno para que fuera vicepresidente, enfatizando en la independencia de poderes.

Asimismo, se ha apuntado en que hay que actuar por principios, no se puede estar haciendo todo con la “calculadora en la mano”, recordando que en el pasado Chile Vamos siempre los ha acusado de no pensar bien sus ofensivas, según han señalado diputados de la colectividad en programas de Youtube o en entrevista a medios.

Stephan Schubert, jefe de bancada del partido Republicano, aseguró a Radio Bío Bío que efectivamente cree que están los votos, emplazando a toda la Cámara a respaldar la censura.

Sobre Karen Medina, la única diputada del Partido de la Gente que queda en el Congreso Nacional, pesa la impresión externa de que no apoyará, que se abstendrá o que no estará en la Sala.

De hecho, en conversación con La Radio, reconoció que esta censura -si no hay coordinación en la oposición- pasa a ser “un chiste”.

En el oficialismo delinearon un camino que incluye, primero, reafirmar los 76 votos, asunto que está virtualmente solucionado. Asimismo, establecer conversaciones con diputados como Francisco Pulgar, Karen Medina y el resto de Demócratas.

Daniel Melo, jefe de bancada del Partido Socialista, llamó a la “derecha tradicional” a pensar bien su decisión.

En el oficialismo, están firmes los mismos 76 votos que eligieron a la mesa. Con la ausencia de Beltrán y la ausencia de Pamela Jiles -con licencia hasta el miércoles- a la oposición le sirve solo un resultado: Ganar por 77 a 76.

Mientras que al oficialismo le sirven dos escenarios: Ganar por un voto o más o que haya empate, porque eso da la censura por rechazada.

Las fuerzas de gobierno cuentan dos ausencias en la derecha. Por un lado, sería la del diputado Beltrán, además de otro parlamentario de la UDI, que prefieren mantener bajo reserva.

Así las cosas, la clave estará en la postura de Demócratas para que esta votación sea competitiva. Diputados como Joanna Pérez y Andrés Jouannet están con “serias dudas” sobre cómo votar, por lo que durante la jornada tendrán una reunión para definir su postura.

Desde el punto de vista de la mesa y el gobierno -que conscientemente no se ha involucrado en esta votación- en el escenario más optimista ganan por 6 a 7 votos.