El mandatario expresó su apoyo al gobierno de López Obrador tras la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba asilado en la embajada de México en Quito.

El presidente de la República, Gabriel Boric, mandó este viernes “un abrazo fraterno” a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y calificó de “inaceptable” la irrupción de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas.

“Toda nuestra solidaridad con México ante la inaceptable violación de su soberanía mediante la irrupción de la Policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito. Un abrazo fraterno @lopezobrador_”, publicó el mandatario en su cuenta de X.

En un comunicado enviado minutos antes, la Cancillería chilena recordó que “la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 establece que los locales de la misión son inviolables y los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores trasladó además su solidaridad “a todo el personal diplomático de la Embajada de México en Ecuador” y pidió que “este incidente entre naciones hermanas, con las que Chile mantiene relaciones estrechas y de histórica amistad, sea superado prontamente”.

Policía de Ecuador irrumpió en embajada mexicana

La Policía de Ecuador irrumpió el viernes en la Embajada de México en Quito y detuvo a Glas, vicepresidente entre 2013 y 2017 con Rafael Correa (2007-2017) y luego en los inicios del Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), el mismo día en que el Gobierno azteca le concedió el asilo político.

Glas, de 54 años y considerado mano derecha de Correa, ingresó en la Embajada en diciembre pasado y poco después pidió asilo.

El político está procesado por presunta malversación de fondos en el denominado “Caso Reconstrucción” de la provincia de Manabí, la más afectada por el fuerte terremoto de 2016, y un juez había ordenado su detención e ingreso en prisión preventiva después de que se alojó en la Embajada de México.

Tras la detención, López Obrador, anunció la ruptura formal de las relaciones diplomáticas con Ecuador al considerar la irrupción a la embajada en Quito como una violación de la soberanía nacional y del derecho internacional.