Junto con la detención del teniente coronel Roberto Souper y la mayoría de los oficiales que le acompañaban, el Tanquetazo dejó 22 muertos y 32 heridos.

Este 29 de junio se conmemoran 50 años de “El Tanquetazo”, intento de sublevación contra Salvador Allende, protagonizado por militares del regimiento blindado N2, el que estaba integrado en su mayoría por oficiales intermedios y liderado por el teniente coronel Roberto Souper.

Según recuerda BBC Mundo, pasadas las 8 de la mañana, más de 80 soldados abrieron fuego y dispararon sus metralletas sin clemencia hacia La Moneda y el Ministerio de Defensa, ataque que se hizo desobedeciendo a la planta mayor de las Fuerzas Armadas de Chile, que hasta ese momento no había decidido sumarse a un Golpe de Estado contra Salvador Allende.

“Un sector sedicioso se ha levantado. Es un pequeño grupo de militares facciosos que rompen con la tradición de lealtad”, dijo el presidente socialista tras el inicio del ataque, en un discurso transmitido a todo el país.

“Llamo al pueblo, primero, a que tome todas las industrias, todas las empresas, que esté alerta, que se vuelque al centro, pero no para ser victimado. Que el pueblo salga a las calles, pero no para ser ametrallado, que lo hagan con prudencia. Con cuantos elementos lo hagan en sus manos. Si llega la hora, armas tendrá el pueblo”, agregó Allende.

La rebelión fue enfrentada por los regimientos leales al presidente Allende, los que fueron dirigidos por el comandante en Jefe del Ejército, Carlos Prats, quien llegó hasta La Moneda donde se reunió con otros militares, y dando término a la sublevación al mediodía de ese viernes de 1973.

¿Por qué falló el intento de sublevación militar contra Allende?

Tras la intervención de Prats, el teniente coronel Roberto Souper se rindió y fue detenido, al igual que la mayoría de los oficiales que le acompañaban. Además, el Tanquetazo dejó 22 muertos y 32 heridos.

El fallo del ataque se debe principalmente a que no había una total cohesión de las Fuerzas Armadas detrás de la idea de derrocar a Allende. Los insurrectos no obtuvieron el apoyo que esperaban, en gran parte, porque la mayoría de la institución castrense creía en la no intromisión en temas políticos. Algo que tranquilizó al gobierno y a la izquierda en general.

Lo que no sabían es que era solo el preludio de lo que se viviría dos meses y medios después, el Golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet y que significó el quiebre de la democracia en Chile durante 17 años.