En junio de este año la ahora exministra de Desarrollo Social Jeannette Vega aseguró a Bío Bío en Temuco que no tenía contacto con grupos radicales de la Macrozona Sur, pese a que un mes antes su propia asesora llamó a Héctor Llaitul, líder de la CAM. Parlamentarios de oposición ya anunciaron que citarán a la exautoridad a una comisión investigadora.

El 16 de junio, un mes después que su asesora se contactara con Héctor Llaitul como lo reveló un informe secreto de la PDI, la exministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, negó en Temuco, y en conversación con Radio Bío Bío, tener contacto con organizaciones radicales.

“No. Nosotros no nos estamos reuniendo con ninguna comunidad radical. No tenemos el mandato de reunirnos más allá del mandato de compra de tierras”, dijo Vega a La Radio.

“Todo el resto no corresponde al Ministerio de Desarrollo Social. Por lo tanto lo que estamos haciendo es el mandato del Presidente, que es avanzar en la compra de tierras”, agregó.

Al respecto, el diputado Miguel Mellado (RN) calificó de mentirosa a la exsecretaria de Estado.

“Era realmente mentirosa. Aseguró que no tenía contactos con grupos radicales ni terroristas, pero resulta que ya los había tenido”, lanzó.

“¿Quién la mandató? ¿Quién le dijo que hiciera esos contactos que negaba abiertamente en la prensa? La vamos a citar a una comisión investigadora porque como mentirosa es re buena”, agregó.

En tanto la diputada Gloria Naveillán (Republicanos) confirmó que citarán a Vega a una comisión investigadora.

Desde el oficialismo la diputada mapuche Ericka Ñanco (RD) se manifestó a favor de la salida de Jeanette Vega del Gobierno, pero apostó al diálogo como camino para abordar el conflicto.

El mismo día que Vega negaba contacto con grupos radicales, la Fiscalía abrió una investigación por amenazas en contra de la exministra.

Eso luego que encapuchados armados dejaran un lienzo en un ataque incendiario ocurrido en Collipulli.

“Ministra Jeanette Vega, estaremos atentos a su visita en el Wallmapu”, decía el escrito.

Lo extraño es que ni la prensa sabía sobre el arribo y agenda de la exsecretaria de Estado en Temuco, algo que al parecer ya estaba en conocimiento de quienes habían protagonizado ese nuevo hecho de violencia.