La ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, descartó que las últimas nominaciones de embajadores se trate de un "premio de consuelo".

Duras críticas recibió el Gobierno tras el anuncio de nuevos embajadores, especialmente por la designación de Paula Narváez ante la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York.

A ella se sumaron los cuestionamientos frente al trascendido de un posible nombramiento de Bárbara Figueroa para encabezar la embajada en Argentina.

No obstante, por ahora el nombramiento de la exdirigenta de la CUT no ha sido confirmado por el Gobierno, al igual que las eventuales designaciones del exdiputado del PPD, Tucapel Jiménez, en la embajada en Suecia; y de Sebastián Depolo en Brasil.

Al respecto, la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, salió al paso de las críticas, especialmente por parte de la Asociación de Diplomáticos y Diplomáticas de Carrera.

Este último gremio señaló que algunas personas fueron elegidas por razones de amistad, cercanía política o porque sufrieron derrotas electorales.

“No hay premios de consuelo”, asegura Urrejola

“Recién se ha formalizado el nombramiento de 8 embajadores, cuatro de los cuales son de carrera y los otros cuatro nombramientos políticos, manteniendo la paridad de género. Es cosa de ver los currículums de esas cuatro personas que han sido nombradas ante la ONU Ginebra, ONU Nueva York, OEA y la OCDE, para darse cuenta que ahí no hay ningún premio de consuelo”, fustigó Urrejola.

“No hay premios de consuelo, es cosa de ver los currículums de quienes han sido nombrados hasta la fecha para entender que no hay premios de consuelo”, insistió.

“El Presidente se comprometió en octubre pasado con la Asociación de Funcionarios de Carrera a continuar un poco lo que ha sido la práctica de que el 80% de los embajadores sean funcionarios de carrera y al rededor de un 20% sean embajadores políticos”, agregó.

“Lo que el Presidente está haciendo es primero hacer uso de una prerrogativa, los embajadores son designados y son personas de confianza del propio Presidente y él lo que está haciendo es hacer uso de esa prerrogativa”, dijo Urrejola.

“Me parece que cuestionar la idoneidad de las personas, por simplemente no estar de acuerdo con sus posiciones políticas no es la mejor manera”, sentenció.