La estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento que ha llevado el Ejecutivo ha sido sindicada como uno de los puntos débiles en la contención de la pandemia.

Según el último informe de Indicadores de Trazabilidad, en la región Metropolitana, por ejemplo, sólo se identifican 1.7 contactos estrechos por cada contagiado, siendo la región con el índice más bajo del país.

Pese a lo anterior, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien está a cargo de de la estrategia, descartó renunciar a su cargo.

“Estamos 100% trabajando y enfocados en el manejo de la pandemia y los hemos estado desde el inicio (…) vamos a seguir trabajando mientras el Presidente de la República lo determine“, declaró.

Para los especialistas, más que cambiar la persona a cargo, es que haya un cambio sustancial en la metodología de trabajo. Así lo explicó Carol Cid, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeros y Enfermeras de Chile, que puntualizó en que lo urgente es el cambio de estrategia y no necesariamente de la autoridad sanitaria.

Por su parte, Claudio Castillo, experto en Salud Pública y académico de la Universidad de Santiago, analizó que las autoridades sanitarias han perdido respaldo por la poca claridad en la entrega de las decisiones respecto a la pandemia.

Por último, Ignacio Silva, infectólogo del Hospital Barros Luco, también abogó por un cambio sustancial de la estrategia, en desmedro de que renuncie la autoridad, y enfatizó en que las decisiones tomadas se rijan bajo parámetros ideológicos.

Hoy por hoy, las regiones con mejor capacidad de testeo en el país son las de Coquimbo y Aysén, con 3,9 contactos por cada contagiado.