Este lunes la Congregación de los Legionarios de Cristo presentó su Informe Anual a través del cual rinde cuentas de las acciones realizadas a partir del Capítulo General de 2020, según señalan, “en el camino de búsqueda de verdad, justicia y sanación para las víctimas de abuso sexual de menores por parte de miembros de la Congregación y en la generación de ambientes seguros en todas sus instituciones”.

El informe, entre otros puntos, presenta los casos individualizados de sacerdotes Legionarios de Cristo que han cometido abusos a lo largo de la historia de la Congregación.

En el territorio de Chile los dos casos que fueron declarados culpables de abuso sexual son los del John O’Reilly (condenado en proceso penal y procesos canónicos) y José Luis Díaz Atilano (condenado en proceso canónico).

Los casos fueron publicados en su momento por la Legión de Cristo (caso 1 y caso 2) y por la Conferencia Episcopal de Chile (ver enlace). Ambos se encuentran excluidos del ejercicio público del ministerio sacerdotal y estaban ya incluidos en el anterior Informe 1941-2019.

En cuanto a los ambientes seguros, en 2020 los Legionarios de Cristo han renovado sus políticas según los estándares internacionales marcados por la agencia externa Praesidium, con el fin de profundizar en la cultura y medios de protección en el cuidado del menor.

La Congregación, consciente de que todavía queda un largo camino por recorrer, se ha comprometido a seguir publicando periódicamente un informe sobre los pasos dados, actualizando los datos y rindiendo cuentas de los compromisos adquiridos.

El anexo del Informe anual 2020 presenta la actualización estadística sobre los casos de abuso en la Congregación. Se encuentra también en 0abusos.org.