A un año del inicio de la entrada en vigencia de la Ley de Identidad de Género, son 2.201 personas las que han cambiado su nombre y sexo registral en el Servicio de Registro Civil e Identificación a lo largo del país.

Así lo dieron a conocer esta mañana, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, quien mencionó que “Con esta nueva ley, toda persona mayor de edad, sin matrimonio vigente, y cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre, puede solicitar la rectificación de su partida de nacimiento con un simple trámite ante el Registro Civil”.

Para rectificar la partida de nacimiento, la persona primero debe solicitar hora y fijar una fecha para la audiencia especial donde se realizará el cambio de nombre y sexo registral.

En esa ocasión, debe ir con dos testigos, los que declararán ante el/la oficial civil que la persona que solicita el trámite, conoce todos los efectos jurídicos que implica el cambio. Además, se tomarán los datos para su nueva cédula de identidad.

“El aniversario de la entrada en vigencia de esta ley es una alegría, ya que fue apoyada de manera transversal desde el Ejecutivo y en el parlamento, y hoy tenemos 2.201 personas reconocidas en su dignidad.

Esto es una satisfacción para nuestro Gobierno, y por supuesto, para todas las organizaciones de la sociedad civil, que en su momento pusieron este tema en la agenda pública”, indicó al Subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren.

“El Servicio de Registro Civil e Identificación cuenta con 367 oficinas donde se puede realizar el cambio de sexo y nombre registral. Para ello se ha capacitado a más de mil funcionarios y funcionarias a lo largo del país.

En este sentido quiero agradecer el compromiso de cada una de las personas que son parte de este servicio, quienes han permitido la implementación de esta ley, cumpliendo el anhelo de aquellos ciudadanas y ciudadanos que así lo han solicitado”, agregó el director nacional (s) de Registro Civil, Sergio Mierzejewski.

Finalmente, se informó que un total de 8 adolescentes de entre 14 y 18 años hicieron la solicitud, ante un Tribunal de Familia, con el respectivo acuerdo de ambos padres.

“Sin lugar a dudas la ley de identidad de género vino a mejorar la calidad de vida de un importante número de personas que en el pasado no pudieron cambiar su nombre y sexo legal por los gastos económicos que ello implicaba y por todo el trámite que exigía la burocracia judicial, que se si bien se fue suavizando desde el 2014 debido a una mayor sensibilización y conocimientos de los jueces y juezas en la materia, buena parte de los procesos seguían sujetos a la discrecionalidad del magistrado/a de turno”, señaló el encargado de Derechos Humanos del Movilh, Ramón Gómez.