El presidente de la Federación de Camioneros de la Región de Valparaíso, Iván Mateluna, informó a sus colegas que suspenderán la movilización del gremio en la zona, a una semana de iniciado el paro del sector.

Mateluna marcó un distanciamiento de su Federación con la Confederación Nacional anunciando la “suspensión” del paro,
y también criticó la forma de negociación y dijo que evaluarían su continuidad en la organización nacional.

“Nosotros tenemos una gran diferencia de cómo negoció la Confederación a lo que había pedido la Federación (de Valparaíso), y eso lo vamos a zanjar en la interna y vamos a evaluar nuestra continuidad en la Confederación Nacional”, sostuvo.

Ante la baja de Fedequinta, queda por conocer las decisión de los otros integrantes de la Confederación Nacional de Transporte de Carga (CNTC), como son Fedenorte, Fedemaule y Fedesur.

“La Quinta región ha decidido posponer esta manifestación
. Nosotros de todas maneras, lo que piense el sur, lo que piense el norte, que lo piense. Nosotros hemos tomado una decisión como directorio”, afirmaron dirigentes.

El dirigente indicó que tal vez las próximas movilizaciones no serán en la ruta, por las amenazas del Gobierno de invocar la ley de seguridad interior del Estado.

“La próxima presión no va a ser aquí (en referencia a la ruta 68), va a ser en lugares estratégicos.
Ustedes después lo van a entender”, sostuvo.

Mateluna no quiso confirmar que había un acuerdo con el Gobierno, porque hay un punto en el que mantienen diferencias sobre la compensación que reciben los camioneros cuyas máquinas son dañas o destruidas por ataque incendiario.

“Si no se cumplen los acuerdos del petitorio, nosotros nuevamente vamos a realizar una movilización”, advirtió.

Los camioneros de Valparaíso estaban instalados principalmente en la ruta 68, además una de las principales consecuencias de su paralización era la afectación al puerto de San Antonio, el principal del país, y a la terminal puerto Panul, donde se reciben alimentos y hay una baja capacidad de acopio.

Incluso, desde el puerto de San Antonio dijeron que más de 290 mil toneladas de granos estaban estancados en el terminal y que empresas debían arrendar barcos para guardar la carga de alimento, lo que se podría traducir en sobreprecios para los clientos.