Hace más de tres semanas, desde que se agudizó la crisis por el coronavirus en Chile, cerca de 270 compatriotas permanecen varados en distintos países de Asia, particularmente del sudeste asiático, como India, Tailandia, Indonesia, Filipinas, Vietnam, Laos y Camboya, además de Corea del Sur.

Por esa razón, un grupo de 91 chilenos que se encuentra en dicha situación, representados por la abogada Paulina Sanhueza, decidió interponer ayer lunes un recurso de protección contra el Ministerio de Relaciones Exteriores ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

En particular, se trata del segundo recurso de protección de esta naturaleza, aunque el primero sólo fue presentado en representación de 10 chilenos afectados.

El propósito de la acción legal apunta a exigir una respuesta a la Cancillería, liderado por Teodoro Ribera, y que explique por qué no ha respondido ni ayudado a los chilenos a repatriarse desde ese continente.

Según explicó Sanhueza en conversación con Radio Bío Bío, el recurso tiene por finalidad proteger a los connacionales que se encuentra en una situación de vulnerabilidad, bajo el argumento que se están violando sus derechos fundamentales, a la vida, a la igualdad ante la ley, al acceso a la salud e integridad física y psiquica.

En particular quienes se encuentran en Filipinas, donde el Presidente anunció que se asesinará a las personas que no respeten la cuerentena, así como otros chilenos -en diferentes países- que se encuentran en situación de calle porque fueron expulsados de sus respectivos hoteles.

Asimismo, detalló que algunos han logrado volver al país por sus medios pagando tickets de hasta 7 millones de pesos para regresar al país.

No obstante, algunas no han podido volver, pese a que tenían comprado pasaje de regreso, los cuales fueron cancelados a raíz de la crisis. “Hay gente que pudiendo pagar un charter no lo tomó porque no tiene la certeza de llegar, porque hay espacios aéreos que están cerrados”, cuyas excepciones necesariamente requieren gestión de Cancillería, tal como ha ocurrido en las últimas semanas para los retornos -por ejemplo- desde España y Cuba.

Sanhueza se acercó a los afectados, en primer lugar, ofreciendo ayuda para coordinar acciones con el Gobierno, pero -según acusó- tras una semana se dieron cuenta que el Ejecutivo estaba enterado de la situación y no prestaron ayuda a los chilenos en Asia por falta de voluntad.

En ese contexto, mediante la presentación ante el tribunal de alzada, exigen que “se oficie en forma urgente al Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin que sin dilación de ninguna clase (solicito expresamente se le deniegue cualquier posibilidad de pedir prórroga) informe a este alto tribunal acerca de los hechos contenidos en este recurso, y previa vista preferente de la causa, se resuelva ordenar la intervención del Gobierno para disponer, ya sea con medios propios, ya sea intermediando con particulares, el retorno de los compatriotas ya individualizados”.

Lo anterior toma más fuerza luego que ayer se conociera una circular enviada el pasado 23 de marzo por Cancillería a los consulados chilenos en el mundo, donde -de acuerdo a lo revelado por Ciper- se les instruyó “no involucrarse en las gestiones personales de los viajeros ante las aerolíneas, pues si esas gestiones no se concretan, los involucrados demandarán a US. las explicaciones del caso y probablemente harán pública su molestia”.

Chilenos a la deriva

Mientras tanto, Andrea Garcia, chilena oriunda de San Pedro de la Paz, sigue refugiada en su alojamiento en Tailandia sin saber cuándo podrá retornar al país.

“Salí a comprar pan, porque hace tres días que no salía del departamento, porque acá la policía es muy severa con los turistas. Al salir la dueña dijo que no podíamos salir a comprar comida, le tuvimos que rogar”, relató.

Afortunadamente, afuera había un puesto de entrega de comida humanitaria, aunque está preocupada porque se anunció el cierre inminente de todo el país, donde ni siquiera van a abrir los supermercados, explicó.

Un escenario de complejidad similar enfrenta Camila Orellana, artista visual chilena -originaria de Viña del Mar- que se encuentra en Vietnam hace un mes. Quedó atrapada en ese país luego de ser invitada a realizar pintura de murales. A las dos semanas cerraron fronteras e incluso bloquearon los vuelos domésticos y los servicios de buses. Antes de llegar allí estuvo 4 meses en Camboya y tenía planificado regresar a Chile hace dos semanas.

Su experiencia “ha sido bastante fuerte. Hace una semana arrendaba un apartamento con amigos (…) Luego del anuncio de la cuarentena el arrendatario nos echó a la calle. Ningún hotel me aceptaba. Estaba asustada y no sabía qué hacer. No tuve ninguna noticia de ningún cónsul ni ninguna persona. Y si estaba en la calle corría el riesgo de ser arrestada”, relató.

Afortunadamente, aseguró, la abogada Paulina Sanhueza y otros chilenos la ayudaron a conseguir un lugar donde hospedarse.

En ese contexto, asegura que necesitan que vuelos de la Fuerza Aérea (FACH) acudan al rescate de los chilenos. Incluso advierte que en la base en Santiago habrían 4 aeronaves de la institución disponibles, aunque en las últimas semanas Cancillería ha dejado claro que la prioridad será enviarlas a China para traer insumos médicos a nuestro país.