Tras el asesinato de Camilo Catrillanca en 2018, el Instituto Nacional de Derechos Humanos impartió una serie de talleres sobre Derechos Humanos y Uso de la Fuerza a personal de Carabineros.

En uno de ellos, realizado en febrero pasado, cuatro expertos del INDH realizaron una serie de ejercicios para detectar cuánto saben sobre DDHH los uniformados y cómo están aplicando en la calle los protocolos establecidos.

De acuerdo a un registro de CHV de ese entonces, una funcionaria del organismo planteó una situación hipótetica: “Una persona es detenida en el contexto de una manifestación pública. Es llevada por un funcionario de carabineros al interior de una comisaría. El funcionario o la funcionaria le obliga al detenido o la detenida a desnudarse y le exige que efectúe el ejercicio de sentadillas, a efecto de determinar si tiene algún objeto dentro de su cuerpo”.

Tras ello les pidió votar mediante un sistema eléctronico para revisar los resultados en tiempo real. Y pese a que la situción describe una práctica absolutamente prohibida -según remarcó el martes el propio director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco-, 132 carabineros señalaron que dicho procedimiento se ajusta a los protocolos de la policía uniformada, de un total de 242 funcionarios que votaron en dicha instancia.

En otro ejercicio de similares características, donde se les consultó por el nivel de resistencia de un grupo de manifestantes que fue dispersado con un carro lanza aguas, una amplía mayoría (125 votos de un total de 157) señaló que las imágenes mostraban un episodio de resistencia activa.

“Pasa a ser resistencia activa, ya que la persona al ver que carabineros está ejerciendo un protocolo que es el lanzamiento del agua. A pesar de eso, la persona continua con su actitud y no coopera con lo que es el procedimiento legal”, señaló uno de los carabineros presentes.

Sin embargo, para el abogado Pablo Corvalán, del departamento jurídico de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la situación es claramente distinta. “En ninguna parte se ve la amenaza a la integridad de personas, tampoco se ve violencia ejercida hacia carabineros o terceros. La ignorancia con que se responde devela que la fuerza de Carabineros no está entendiendo de qué manera debe actuar ante marchas pacíficas y eso es lo que hemos visto en el último tiempo en nuestro país”, sostuvo.

Estos talleres se realizaron en Santiago, Concepción y Temuco, con ejercicios similares, donde participaron más de 2.000 carabineros de distintas unidades, que en promedio tienen 10 o más años de servicio. En base a esa experiencia, de acuerdo al INDH, la mayoría no sabe cómo proceder correctamente cuando se ven enfrentados a situaciones que ponen en riesgo los Derechos Humanos de las personas frente al uso de la fuerza policial.

Por ese motivo, señalan que las fallas en su formación parecen estar detrás del problema. “No es suficiente ni es efectiva. No está siendo efectiva en un ejercicio que se hace en un taller, pero claramente tampoco está siendo efectiva cuando miramos los resultados en el contexto de la última crisis”, explicó Enrique Azúa, experto del INDH.

Según la institución, 14.000 carabineros, de un total de 60.000 mil, se han capacitado en materia de Derechos Humanos y, en las escuelas de formación, la cátedra de esta materia tiene 36 horas en la escuela de suboficiales y el doble de horas en la de oficiales.

“Somos personas”

El INDH monitorea hace 8 años los conocimientos de los policías en materia de Derechos Humanos y apunta a las materias que aún están pendientes en el protocolo y formación de Carabineros: “La prohibición absoluta de la tortura, ese es un tema que está al debe, desapariciones forzadas es un tema que está al debe en la formación de Carabineros. Los temas de memoria en general también están al debe”, remarcó Azúa.

Sin embargo, la institución uniformada destaca que ha realizado esfuerzos, como el plan nacional de DDHH que implementó desde 2016 junto a la Cruz Roja.

“Con los cuestionamientos sobre lo que ocurre hoy día, nos hacemos cargo y hemos entregado los antecedentes a la justicia y seguimos investigando, trabajando, realizando instrucciones y con el apoyo máximo de nuestros carabineros”, dijo la coronel Karina Soza, a cargo de la Dirección de DDHH de Carabineros.

— ¿Pero esto no devela que falta formación?

— Las mallas curriculares son las adecuadas, son las correctas y hemos implementado talleres.

— Y si las cosas se están haciendo así de bien, ¿cómo explicamos los resultados?

— Porque somos personas. Somos personas.