La directora del Instituto de Salud Pública (ISP), María Soledad Velásquez Urrutia, presentó una querella criminal ante el Ministerio Público por delitos contra la salud pública, luego que un paciente a quien se le prescribió un preparado en base a cannabis, terminara con consecuencias negativas.

La acción legal está dirigida en contra de quienes resulten responsables por los graves daños ocasionados al paciente que se encontraba en tratamiento de quimioterapia.

Pérdida de consciencia

El hombre, quien denunció el hecho ante el ISP, presentó graves efectos adversos después de la ingesta del preparado e incluso terminó con pérdida de consciencia.

“Él al ingerir este medicamento sin registro sanitario, sin la certificación debida presentó una serie de efectos adversos”, explicó la directora del ISP, añadiendo que la entidad que encabeza tiene como deber el “promover y proteger la salud de la población”.

Al mismo tiempo, la autoridad apuntó a las personas que recetan este tipo de sustancias, pidiendo a la ciudadanía evitar consumir o comprar estos supuestos medicamentos.

“Este tipo de preparados son prescritos por personas sin preparación profesional, por lo que hacemos un llamado a la población a no comprar medicamentos fuera de establecimientos autorizados por el ISP y no consumir productos que no tengan autorización o registro sanitario, que es la certificación que avala la seguridad, la calidad y eficacia del producto farmacéutico”, detalló.

Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, reiteró que la entrega de preparados en base a cannabiss no tiene certificación del ISP, porque en Chile aún no se legaliza el uso medicinal de esa sustancia.

El lamento de Fundación Daya

En tanto, la directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, lamentó lo que para ella es la desinformación técnica que tiene el ministro al desconocer la legislación, ya que -según planteó- la ley 20.000, permite el autocultivo medicinal.

Con respecto al recurso interpuesto por el ISP, Gazmuri afirmó que el instituto también cumple un rol al no autorizar el nuevo fármaco chileno en base a cannabis, por lo que los pacientes deben buscar alternativas -no certificadas- en el mercado negro.

Producto de esta situación, el ISP confirmó el inicio de un programa exhaustivo de fiscalizaciones y otras acciones para eliminar del mercado todos los medicamentos de este tipo, que por ley están prohibidos.