El ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, salió a defender el proyecto de adaptabilidad del Gobierno y aseguró que la iniciativa es para las empresas, para que encuentren los tiempos en que los trabajadores producen más.

La diputada Camila Vallejo aseguró que el Ejecutivo intenta engañar con el anuncio de una reducción promedio de 41 horas semanales, ya que incluso se podría llegar a jornadas semanales de hasta 70 horas con ese proyecto.

La estrategia del Gobierno, de pasar a la ofensiva en la discusión política y comunicacional por la reducción de la jornada laboral, colisionó con las críticas que arreciaron desde la oposición, el sindicialismo y los industriales.

Estos últimos han asegurado que hay improvisación en la decisión de La Moneda de poner suma urgencia al proyecto de adaptabilidad, que promete reducir a 41 horas semanales en promedio la jornada laboral.

La diputada comunista Camila Vallejo, autora del proyecto que busca una reducción semanal de la jornada laboral de 45 a 40 horas, aseguró que el Ejecutivo miente al anunciar 41 horas en el proyecto de adaptabilidad.

La parlamentaria argumentó que al tratarse de un acuerdo trimestral de horas entre empleado y trabajador, podría haber jornadas de hasta 70 horas semanales.

Pero el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, salió a enfrentar las críticas al proyecto de adaptabilidad y señaló que esta iniciativa no busca precarizar las condiciones laborales, aunque aclaró que dicha flexibilidad apunta a que las empresas ocupen mejor el tiempo en que los trabajadores son más productivos.

Dante Arrigoni, presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), señaló que observa improvisación en el debate sobre la reducción de la jornada laboral y sostuvo que esta medida afectará a las industrias del país.

Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), su presidenta Bárbara Figueroa manifestó su preocupación sobre los pactos de adaptabilidad que plantea el proyecto del Gobierno. Indicó que este aspecto es particularmente complejo cuando no hay sindicatos y la negociación es entre el empleador y el trabajador de manera individual.

En la CUT anunciaron una movilización nacional para el próximo 5 de septiembre, en rechazo al proyecto de adaptabilidad laboral y a la iniciativa sobre modernización de la Dirección del Trabajo.

A juicio de la multisindical estos proyectos debilitan la capacidad negociadora de los trabajadores y son la mayor ofensiva antisindical de un Gobierno en los últimos 40 años.