La Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Entretenimientos Electrónicos (Fiden) ha defendido el desarrollo de su negocio. En esa línea reconocen que sus juegos operan por algoritmo programado y existen alcaldes que se conforman con un informe particular sin la respuesta de la Superintendencia de Casinos de Juegos.

La organización afirma que en la actualidad la legislación deja fuera del radio de la autoridad, la fiscalización de la tecnología que usan.

En entrevista con la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío el vocero de la Fiden, Ramón Sepúlveda, abordó la investigación del Ministerio Público sobre financiamiento ilegal de la política, cohecho, lavado de activos, asociación ilícita para defraudar, las que califica de “montaje”.

Sepúlveda reconoció que pudieran haberse entregado recursos económicos a candidaturas específicas, pero que los montos, según él, son considerablemente bajos, muy distintos a las altas cantidades que entregaron grandes empresas o empresarios a políticos específicos o partidos.

La superintendencia ha dicho que todas las máquinas de juego programado son ilegales.

Hay unas definiciones que ha sacado la Superintendencia de Casinos en base a sus oficios y reglamentos internos, donde ha mencionado que una máquina de premio programado sería también una máquina de azar, en circunstancias que la definición de la Ley de Casinos habla que una máquina de casinos de azar es una máquina que tiene un generador de números aleatorios. Sin embargo, estas máquinas de premio programado no tienen un generador de números aleatorio, por lo tanto, no cumple la norma ni el estándar necesario para convertirse en una máquina para operar en los casinos. Además, la norma de casinos dice que las máquinas que operan en los casinos no pueden usarse afuera, puesto que eso lo convertiría en un juego ilegal y efectivamente eso se debe cumplir y le encontramos toda la razón. Sin embargo, las máquinas de juego programado o de habilidad/destreza aunque premien en dinero en efectivo no las convierte en un juego ilegal, por lo tanto, nosotros las podemos usar perfectamente.

La Superintendencia dice que la acreditación de toda máquina de juego programado tiene que hacerse bajo las empresas certificadoras internacionales, ¿por qué no lo han hecho?

Claro, pero es que en realidad una máquina de premio programado no es una máquina de azar, es un programa con una definición con un algoritmo matemático, que en una cantidad de ciclos te permite entregar un porcentaje en premios y eso obviamente las descalifica como una máquina de azar, porque yo no creo que el público en general que asiste a los casinos sepa o tenga claridad con respecto a que están enfrentados a una máquina que a lo mejor no son de azar, según lo que se entiende, sería de premio programado. Entonces, la gente va a jugar en máquinas de azar, porque así se les vende el negocio, y las máquinas que están fuera son de habilidad o destreza o premio programado que cumplen otra norma diferente a las de los casinos.

En ese sentido ¿Ustedes consideran que no tienen ningún tipo de modelo (máquina) similar a las que están operando en los casinos?

Claro es que tú me hablas de un tema matemático y todo, esa definición no existe en ninguna ley. La única definición que existe es que las máquinas de azar aquí en Chile según la ley es que toda máquina que tenga un generador de números aleatorio la convierte en una máquina que clasifica y se define para un casino. Toda máquina que no tenga un generador de número aleatorio no es una máquina homologada para casinos, por lo tanto, no tiene por qué cumplir esas normas. Ahora, nuestra Constitución permite desarrollar cualquier actividad que no atente contra la moral, el orden público y las buenas costumbres, y lo que manda es la Constitución (…) y luego hay unas leyes que son subsidiarias como Ley de Casinos, Polla, Lotería y Ley de Apuestas para carreras a caballo. Por esa razón, que no tengamos una ley específica no nos convierte en ilegales. (…) a nosotros nos protege la Constitución ya que nuestra actividad no atenta contra la moral, ni con el orden público, ni contra la Seguridad Nacional.

Uno de los puntos que se cuestiona es cómo se regula el porcentaje de ganancias que ustedes entregan a los potenciales clientes, ¿cómo lo garantizan?

La Ley de Casinos habla que los operadores de casinos tienen que garantizar un 85% de retorno a los clientes. Nuestra operación de juegos, las salas de tragamonedas o puntos de venta, veo muy difícil que haya alguna máquina que opere menor al 90 o 92 por ciento. Nosotros sabemos que comercialmente mientras más porcentaje tú retornas es mejor y hace que los clientes vuelvan o estén más rato y se entretengan más. Nuestras máquinas los valores son menores, los periodos son menores, son máquinas que tienen otro concepto puesto que, para nosotros, la persona está comprando entretención y te llevas un premio fantástico, pero tampoco un premio millonario, es un premio que busca como objetivo la entretención. Lo que nosotros estamos haciendo en Chile no es algo que estemos inventando. Es lo que se hizo al otro lado en Argentina, Perú, todo Sudamérica tiene regulado, salvo Venezuela y Chile. Ahora, Chile no lo regula porque existe una tremenda presión de los casinos, saben que aquí hay un tremendo mercado y lo quieren para ellos. El 97 o 98 por ciento de los países de la OCDE tienen todo esto regulado, los juegos Online, tragamonedas, bingo, los casinos. En cambio en Chile no se regula.

¿Ustedes no están dispuestos a que alguna de las tres certificadoras que trabajan con Superintendencia los acrediten y evitar así la polémica y cuestionamientos?

Hay empresas que han tomado contacto y hay licitaciones de máquinas en esas empresas también. No te puedo asegurar cuántas son, pero nosotros nos hemos regido porque nosotros no estamos sujetos a estar supervisados por la Ley de Casinos, estas empresas certifican máquinas de azar para casinos, por lo tanto, ¿cómo yo le llevo una máquina a estas empresas para que me la certifique si nosotros no somos casinos? La respuesta de ellos va hacer: ustedes no son casinos. Es más, la propia Superintendencia mandó, tiempo atrás, una carta a una de estas instituciones certificadoras internacionales informando que no nos certificaran máquinas, entonces nos estamos persiguiendo la cola.

¿Qué responden sobre las investigaciones relacionadas a empresas que operan máquinas de premio programado? Por ejemplo, lo último ocurrido con la pareja del senador Jorge Pizarro y la indagatoria por cohecho.

Ese caso partió hace mucho rato a atrás, en el 2016. Es un caso donde pillaron un casino con unas mesas y la policía se llevó 40 detenidos. Era gente que no conocíamos. Al año y medio después incorporaron otras personas más y nosotros somos el tercer capítulo de esa historia. Inicialmente el fiscal Roberto Contreras dijo que nosotros estábamos asociados a ese casino y metió a Fiden y a sus exdirectivos. Nosotros hemos seguido trabajando encima de esta causa penal, ya salió Fiden la semana pasada del proceso de investigación respecto a la acusación de juegos ilícitos y que dio motivo a incautar documentación y computadores. Yo solamente puedo decir ahora con respecto a Fiden y lo que hablaban sobre la esposa del senador (Jorge Pizarro) la verdad que nosotros como entidad gremial desconocemos esa parte y es posible que cualquier persona puede prestar algún servicio o trabajar con alguna institución, ella no es, hasta donde tengo entendido, funcionaria del Estado ni ninguna cosa, no quiero ahondar en esa materia porque yo no domino ese tema. Como institución seguiremos haciendo todas las acciones que correspondan para bajar esta carpeta de investigación, porque en el fondo aquí solamente hay un montaje. El Servel se pronunció sobre algunos exejecutivos en circunstancias que alguien que transfiere 500 mil pesos o 1 millón de pesos a alguna autoridad cercana en una candidatura eso es un chiste. Eso no es nada, aquí la ley persigue a los que ponen más de 40 o 50 millones de pesos, entonces, esto es un saludo a la bandera que solamente busca ensuciar un poco más.