Este jueves comenzará la reunión de las Conferencias Episcopales de todo el mundo con el papa Francisco en el Vaticano, encuentro que se extenderá hasta el 24 de febrero y donde el tema central serán los abusos sexuales cometidos por religiosos.

Víctimas en Chile dicen tener nulas expectativas de lo que pueda salir de este encuentro. Sin embargo, la cita contará el último día con la asistencia de sobrevivientes de varios lugares del planeta, lo que podría incluir chilenos.

Es un encuentro histórico y también clave para la Iglesia y para el pontificado de Jorge Mario Bergoglio, en cuyo periodo ha explotado la mayor crisis de la milenaria institución, por los abusos sexuales cometidos por integrantes del clero y otros religiosos.

Y ese será precisamente el tema central de la reunión con los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, donde representa a Chile el secretario general de la CECh, Fernando Ramos, quien reemplaza al presidente Santiago Silva, indagado por eventual encubrimiento de abusos sexuales.

No obstante, las víctimas chilenas no tienen mayores expectativas. El vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Chile, Helmut Kramer, así lo evidenció.

Lo mismo en el caso de uno de los denunciantes del caso Maristas, Eneas Espinoza, quien derechamente catalogó la reunión como un encuentro de abusadores y encubridores.

A pocos días de comenzar esta reunión, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, dio luces, en una entrevista con el diario español El País, de la tónica del encuentro.

En esa línea, aseguró que evidenciarán dónde están los acusados, pero también darán herramientas a los obispos para actuar en caso de ser sindicados como autores de estos ilícitos.

Pero no habrá un documento final, porque se debe aplicar la última carta del sumo pontífice. También, el último día, se espera la asistencia de víctimas de varias partes del mundo, donde también podrían asistir chilenos.

Pero en la entrevista, Scicluna también sostuvo que “quien sea culpable debe ser castigado; quien es un riesgo no debe estar en la Iglesia”. “Es el momento de la verdad aunque nos humille y nos dé miedo”, dijo el religioso, a cargo de esta reunión.

Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes de Fernando Karadima, consideró aquellas palabras como importantes. Así, dijo que si la Iglesia no hace algo concreto, es tiempo que actúen de lleno las autoridades civiles.

Otro de los puntos que abordó Scicluna fue si el celibato era uno de los culpables de estos delitos, algo que el sacerdote descartó, quien aseguró que hay otros elementos de fondo.

Pero Marcial Sánchez, doctor en la historia de la Iglesia, y quien ha participado en algunas investigaciones al respecto, discrepó con su postura.

Él consideró que si bien hay muchos factores sobre la mesa, el celibato es uno importante a analizar.

Sobre la reunión, señaló esperar que Fernando Ramos plantee al Papa que en Chile se han equivocado en el tratamiento de los abusos y que se siguen equivocando.

Sánchez insistió en la importancia de que Ramos solicite que se envíe el informe Scicluna al país para colaborar en las indagatorias de la justicia.