Fue una audiencia extensa en el décimotercer Juzgado de Garantía de Santiago, en la que se revisó la solicitud de sobreseimiento definitivo del cardenal Ricardo Ezzati y también las medidas cautelares del excanciller de la curia, Óscar Muñoz Toledo.

De entrada, el abogado de Ezzati, Hugo Rivera, acusó una ideologización de este caso y reclamó que su representado fue utilizado comunicacionalmente por la Fiscalía. “La tesis de la persecución penal es ideologizar esta investigación. Se sustrajo el caso de los tribunales de la sede natural y comenzó toda una destrucción mediática a Ricardo Ezzati. Cuando solo fue citado como imputado comenzó todo. Hasta unas funas en su casa personal y con proyectos de ley que pretenden quitarle la nacionalidad”, remarcó.

“Yo me alegro mucho que no le hayan dado el sobreseimiento, porque no se lo merece. Es un delincuente que tiene las manos metidas no sólo en un caso, sino que en varios. Espero que alguno de ellos termine pronto en la cárcel”
- Juan Carlos Cruz, víctima de Fernando Karadima.

Pero uno de los antecedentes que más llamó la atención fue un caso que no se conocía. El fiscal Emiliano Arias apuntó a que a Ezzati no sólo se le indagaba por el caso de Muñoz ni el caso Laplagne, sino que por una serie de incumplimientos en su rol de arzobispo, como el caso de una violación que ocurrió al interior de la catedral metropolitana cuando estaba a cargo de la arquidiócesis y que nunca fue indagada. “Hay incumplimientos graves y groseros del señor Ezzati”, aseguró.

Aunque reconoció que se trataba de una investigación desformalizada -y aunque pudiese ser débil-, el juez Eduardo Gallardo dijo que matar una indagatoria que está aún abierta sería anticipado. Por eso, “en el actual estado de cosas, voy a rechazar la petición de sobreseer al señor Ezzati en esta investigación”.

Audiencia extraña

Tras la resolución, el abogado del religioso, Hugo Rivera, cuestionó los argumentos del magistrado y aseguró que acudirán a la Corte de Apelaciones para revertir la decisión. Por tanto, antes de que eso se resuelva, Ezzati no prestará declaración a la Fiscalía. “Esto no puede quedar en pie, porque es muy peligrosa la teoría sustentada por el señor magistrado, (de que) tiene que estar formalizada la persona para que pida sobreseimiento definitivo. Imagínense, un inocente tendría que ser siempre formalizado con todas las consecuencias”, apuntó Rivera.

Mientras, el fiscal Emiliano Arias valoró la decisión del juez y reclamó que hay un intento del cardenal de no ser investigado. “Hasta el momento no hay antecedentes como para poder proceder a la formalización”, admitió el persecutor, pero “lo que se pretende acá es no ser investigado. Eso es lo impresentable. Por eso esta audiencia es tan extraña”, acusó.

También valoró la decisión Juan Carlos Cruz, denunciante del excura Fernando Karadima, y uno de los que acusa encubrimiento de Ezzati. “Yo me alegro mucho que no le hayan dado el sobreseimiento, porque no se lo merece. Es un delincuente que tiene las manos metidas no sólo en un caso, sino que en varios. Espero que alguno de ellos termine pronto en la cárcel”, admitió.

Sebastián Brogca | Agencia UNO
Sebastián Brogca | Agencia UNO

Muñoz continúa su arresto nocturno

La situación de Ezzati fue el segundo tema que resolvió el tribunal, porque primero revisó las medidas cautelares del excanciller del arzobispado, Óscar Muñoz Toledo. Su defensa pedía retirar el arresto domiciliario nocturno que ahora cumple, mientras que el Ministerio Público pedía volver a la prisión preventiva que tuvo en los primeros meses de indagatoria.

Con todo, el juez Gallardo decidió mantenerle el arresto domiciliario nocturno, de las 22:00 horas a las 6:00 de la mañana, pero agregarle arraigo nacional y prohibición de acercarse a las víctimas.

Así fue la resolución del magistrado, el momento posterior en que Muñoz Toledo fue increpado por los familiares de las víctimas, y las palabras de su abogado, Gabriel Henríquez.

Pese al resultado, la Fiscalía anunció que apelará a las medidas cautelares dentro de los cinco siguientes días legales, para intentar nuevamente su regreso a la prisión preventiva.