Felipe Osiadacz (27) y Fernando Candia (30) son los nombres de los dos chilenos que este miércoles obtuvieron su libertad, tras estar detenidos desde agosto del año pasado en Malasia.

Los condenados por el homicidio culposo de un travesti, sin embargo, no pueden salir de dicho país, ya que deben aguardar que finalice un proceso de apelación presentado por la fiscalía local.

Al respecto, una publicación de La Tercera consignó en cerca de $100 millones los gastos que las familias de ambos connacionales han debido cubrir en los casi 500 días que ha durado todo el proceso.

Dentro de la millonaria suma está comprendido el costo de la defensa legal, los viajes de cada miembro familiar, sus respectivas estadías y múltiples exámenes médicos realizados. Todo, según dijeron familiares, proveniente de ahorros y negocios propios.

Dependiendo de los resultados de la apelación de la Fiscalía de Malasia, se estima que el proceso judicial pudiese prolongarse hasta por un año más, lo que obviamente aumentaría aún más estas cifras.

Conforme la citada publicación, las familias descartan por ahora pedir ayuda a Cancillería o realizar campañas para reunir fondos. Deberán analizar ahora cuál es la mejor manera y lugar en que ambos jóvenes pasen este tiempo incierto a la espera de una resolución final.