La Universidad Central de Chile anunció este viernes, mediante un comunicado, que postergarán su ingreso a la gratuidad e invertirán 3.000 millones de pesos en becas internas para suplir parte del impacto.

Eso sí, remarcaron, la casa de estudios tiene la permanente y explícita voluntad de adherir a la política de gratuidad implementada en nuestro país, “pero debe tener la máxima rigurosidad al momento de acceder a ella de modo que esta decisión no limite la continuidad del proyecto institucional, no afecte la calidad académica que entrega hoy a sus estudiantes, no ponga en riesgo la continuidad de las carreras que hoy imparte, ni el título profesional de más de 20.000 jóvenes que han estudiado en sus aulas”.

Luego de un análisis de las condiciones que entrega hoy la política de gratuidad a las universidades privadas, las cuales no tienen acceso a los aportes basales que reciben las universidades del CruCh y que complementan en gran medida los aranceles de gratuidad, resolvieron que para el año 2019 no están dadas las condiciones para acceder a esta política, ya que ello pondría en serio riesgo su proyecto institucional.

Aunque dicha decisión volverá a someterse a la consideración de las autoridades de la Universidad Central con miras al ingreso a esta política en 2020.

En tanto, para compensar las necesidades económicas de sus estudiantes, de cara a 2019 anunciaron un plan de becas excepcional que costará 3.000 millones de pesos, que contribuirá a aliviar la carga arancelaria durante el próximo año académico e incluirá tanto a sus alumnos nuevos como a los antiguos.