El sábado, la policía de Portland, en el estado de Oregon, Estados Unidos, debió implementar un amplio operativo para controlar una protesta de grupos política e ideológicamente opuestos entre sí.

Por un lado estaban los integrantes de los movimientos ligados a la ideología de ultra derecha llamados “Chicos Orgullosos” y “Oración Patriota” y por el otro agrupaciones de la sociedad civil, antifascistas y antiracistas.

“Oración Patriota” fue fundada por el candidato a senador del Partido Republicano, Joey Gibson, y liderada por Tusitala Toese, quien es el principal sospechoso de la agresión en mayo contra un adolescente afroamericano opositor del gobierno de Donald Trump.

Los cánticos y consignas provenientes de ambos lados subieron de tono, hasta que la policía decidió dispersar a aquellos protestantes detractores de Trump ya que, presuntamente, habrían llevado armas, algo que no fue comprobado.

Lo anterior terminó con varios heridos y el enfrentamiento entre miembros de ambos grupos. Tanto “Chicos Orgullosos” como “Oración Patriota” consideraron como una victoria que la policía haya atacado primero a sus opositores, a quienes catalogaron como “izquierdistas violentos”.

La policía determinó que la manifestación terminó siendo una “perturbación civil” y que debía terminar o que procedería a arrestar y a disuadir a los presentes con “agentes de control de disturbios y armas de impacto”, consignó The Huffington Post.

Fue en ese contexto que varias poleras negras con la frase “Pinochet no hizo nada malo” en letras blancas se dejaron ver por el centro de la ciudad, siendo uno de éstos Toese, quien además fue grabado reivindicando la figura del fallecido dictador.

Consultado por el citado medio acerca de las miles de muertes que dejó el régimen del excomandante en jefe del Ejército, Toese sólo respondió “¿no son todos comunistas?”.

La situación causó críticas tanto en Oregon como en el resto de Estados Unidos, incluso en otros países. En redes sociales, en tanto, concitó comentarios de todo tipo, desde quienes apoyaron la visión de Toese hasta autores como Shane Burley.

Según el escritor, quien condenó la aparición de las poleras, éstas tenían helicópteros en la espalda, en clara relación a quienes fueron asesinados durante la Dictadura y cuyos restos fueron dispuestos en el mar a bordo de estas máquinas.