El Servicio Médico Legal reveló que, a la fecha, cuenta con 11 cuerpos de inmigrantes haitianos que murieron en suelo nacional, todavía sin poder ser repatriados.

En concreto, el proceso requiere la intervención de una serie de organismos, lo cual ralentiza de cierta forma el procedimiento.

En específico, estos serían las embajadas de ambos países, los ministerios de Relaciones Exteriores y de Salud, además de la Fiscalía y el mismo SML.

A lo anterior se suma la necesidad de identificar a la persona fallecida, por lo cual el SML contacta al consulado correspondiente.

En línea con lo anterior, también existe el problema monetario que implica repatriar un cuerpo, el cual asciende a los 20 millones de pesos.

Según consignó El Mercurio, el alto costo influye en que, en varias ocasiones, el cuerpo de un extranjero tarde hasta dos años en volver a su país.

A la fecha, de los 11 cuerpos, tres corresponden a los hermanos que murieron intoxicados con monóxido de carbono en Coelemu el sábado 16 de junio.

Sus cadáveres se encuentran en el SML de Chillán, ya que no tenían más familia ni conocidos en Chile.

Los otros se encuentran en las dependencias de Ovalle, San Felipe, Santiago, Santa Cruz, Talca y Linares.

¿Qué pasa con los cuerpos que nadie reclama?

Según Ciper, un cuerpo puede permanecer en el SML sin ser reclamado hasta que la mitad de las cámaras se llena, momento en el cual comienzan a deshacerse de los cadáveres.

Para ello existen tres protocolos a seguir una vez que el SML pida que la Fiscalía certifique el hecho que se entregó el cuerpo para ser “dispuesto”.

La primera forma es enterrarlo en el patio 129 del Cementerio General, la segunda sería incinerarlo y la tercera, dependiendo si cumple o no las condiciones, es donarlo a una universidad.

“Habitualmente la entrega de una persona fallecida se realiza entre 24 y 48 horas después de iniciado el trámite para su retiro, siempre y cuando no se trate de casos complejos cuya pericia requiera más tiempo, pues hay situaciones en que la autopsia no tiene tiempo máximo ni mínimo. Es el perito quien determina la duración de este proceso médico legal, priorizando el rigor científico”, detalló el SML en su sitio web.

Para sepultar a la persona fallecida fuera de la región debe contar con una resolución de traslado entregada por Inspector Sanitario del área o con la resolución sanitaria que poseen las funerarias, la que debe encontrarse vigente.

¿Existe un límite de tiempo para retirar un cuerpo de la morgue?

No. El Código Sanitario indica que el plazo máximo para enterrar a una persona es de 48 horas, pudiendo ampliarse o reducirse en casos excepcionales, según la Guía Legal sobre Defunciones publicada en la Biblioteca del Congreso Nacional.

¿Qué pasa cuando alguien muere en la calle?

“En los casos de muerte en la vía pública, sin perjuicio de las facultades del Ministerio Público para perseguir las responsabilidades penales, la orden de levantamiento del cadáver puede ser realizada por el jefe de la unidad policial correspondiente, en forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado”, dice la Guía Legal sobre Defunciones.

Posteriormente, el cadáver será llevado al Servicio Médico Legal para precisar la causa de muerte.

¿Qué debo hacer si quiero trasladar al fallecido de ciudad o país?

Para trasladarlo de ciudad debe obtener una autorización del seremi de Salud del área en que la persona falleció y de la autoridad sanitaria. Para realizar este trámite, el ataúd debe ir sellado.

Para trasladarlo de país:

-Hacia el extranjero: Cuando se traslade el cadáver del país hacia el extranjero, el ataúd se colocará en un compartimiento separado, dentro del vehículo de transporte y debe ser sellado por la autoridad sanitaria.

-Desde el extranjero: Sólo podrá ingresar si previamente se acredita ante la autoridad sanitaria, por medio de documentos extendidos por las autoridades sanitarias del punto de origen, debidamente visados por el Cónsul de Chile, que el transporte no ofrece peligros para la salud pública.

Fuentes: SML y Biblioteca del Congreso Nacional