¿Qué tienen en común Amstelveen, Brabante, Overijssel y Güeldres? Que todas estas regiones de los Países Bajos han detenido y condenado a lanzas chilenos internacionales en el último tiempo.

Según consignó el diario holandés Algemeen Dagblad, los connacionales “vuelan 12.000 kilómetros a los Países Bajos para robar”.

La publicación, además, los catalogó como “ladrones muy profesionales de Chile” e hizo eco de la postura que el FBI o Scotland Yard comparten sobre estos delincuentes: “son los mejores”.

Y es que el periplo parte en España donde, apoyados por la facilidad de hablar el mismo idioma, los lanzas se dedican al “cartereo”, aunque también le roban “a los más ricos”.

No obstante, éstos “rara vez permanecen en un solo lugar durante más de una semana”, trasladándose a otras partes del viejo continente, como Holanda, para seguir delinquiendo.

El medio conversó con el periodista chileno Eduardo Labarca, autor de varios libros en la materia, quien declaró que la nueva generación de lanzas “se está volviendo cada vez más violenta” y que éstos tienen un mayor nivel de compromiso con la delincuencia porque “ya nadie anda con efectivo”.

Entre los chilenos que han sido condenados en territorio holandés, varios cuentan con un amplio prontuario policial. Algunos, incluso, poseen antecedentes por tráfico de drogas.

Otros delitos

De acuerdo a una publicación de La Tercera, esta nueva generación ha incurrido en otros ilícitos diferentes al simple robo por sorpresa.

Según el medio, los lanzas hoy en día atacan casas, locales comerciales y cajeros automáticos, algunos incluso cometen homicidios.

De acuerdo a cifras que entregó Interpol entre enero y junio de este año, 86 han sido los chilenos detenidos en el extranjero, 29 de los cuales cuentan con órdenes de detención pendiente en suelo nacional.

La mayoría de las capturas han tenido lugar en España, pero de cerca le siguen Argentina y Suecia.

Entre los principales delitos que han cometido los sujetos, hurto se llevó el primer lugar, seguido por robo en lugar habitado y no habitado.

Según confirmó el jefe de Interpol Chile de la PDI, el subprefecto Ricardo Quiroz, el lanza internacional cambió de aquel que sacaba una billetera sin que su dueño se diera cuenta a uno más avezado y violento, “incluso capaz de enfrentar a la policía”.

“Usa armas y los delitos apuntan contra la propiedad”, aseguró Quiroz.

Pero la organización del crimen también cambió, según señaló David Rozowski, director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro.

“Antes estos delincuentes actuaban más en solitario, hoy vemos a bandas organizadas que se distribuyen geográficamente”, indicó.