Esta organización internacional ha examinado 180 países para su Informe Anual de 2018. Sí, hay los sospechosos habituales, pero también cambios interesantes en el ranking. Aquí están las principales preguntas y respuestas.
Una vez al año, Transparencia Internacional publica un informe sobre la eficacia con que los países combaten la corrupción. La ONG cuenta para ello con la ayuda de otras doce organizaciones internacionales de renombre. Realizan encuestas a expertos y empresarios sobre la corrupción en sus respectivos países. Por eso Transparencia lo llama Índice de Percepción de la Corrupción. Sería muy difícil medir la corrupción de otra manera, ya que las actividades ilegales como el soborno tienen lugar en secreto y, por lo tanto, son difíciles de evaluar directa y objetivamente.
¿Qué mide el índice?
Según Transparencia, el índice capta, sobre todo, lo habitual que son el soborno, la malversación y el nepotismo en los diferentes países; pero también en qué medida existen leyes contra la corrupción, y si se aplican. El objetivo es hacer visible y comparable la corrupción en todo el mundo. Entre las preguntas clave para elaborar el índice se incluyen si ciertos grupos de interés tienen demasiada influencia en el gobierno, si son los contratos públicos otorgados por concurso o si están protegidos por la ley los denunciantes y los periodistas que desvelen casos de corrupción.
¿Qué países y regiones lo hacen mejor?
En el ranking, cada país se valora desde cero (completamente corrupto) a cien puntos (sin corrupción). Liderando la lucha contra la corrupción se encuentra Dinamarca, con 88 puntos, seguida por Nueva Zelanda, Singapur, Suecia y Suiza. Por regiones, lidera Europa occidental y la Unión Europea, con una puntuación media de 66.
¿Qué países y regiones son los más corruptos?
Los peores resultados los obtienen cuatro países afectados por largas guerras civiles: Somalia, Siria, Sudán del Sur y Yemen, seguidos de Corea del Norte. Según el Índice, la región más corrupta es el África subsahariana, donde en muchos países “las instituciones ineficaces y los valores democráticos débiles […] representan una amenaza para las medidas anticorrupción”, explica la ONG. También muy por debajo de la media están Europa oriental y Asia Central, por la falta de voluntad política y la debilidad de las instituciones.
¿Mejor en las democracias?
Definitivamente, sí, aunque haya excepciones. Los países inequívocamente democráticos tuvieron de media 75 puntos, frente a los 30 de los regímenes autocráticos. Según Transparencia Internacional, los ejemplos de Turquía o Hungría demuestran que la corrupción suele aumentar conforme un país comienza a alejarse de los valores democráticos. Entre 2012 y 2018, Hungría perdió nueve puntos en el ranking, Turquía ocho.
Los populismos prometen luchar contra la corrupción: ¿lo cumplirán?
Según Transparencia Internacional, normalmente los políticos populistas son más bien una amenaza para la lucha contra la corrupción. Entre otros, cita el caso de Estados Unidos. Donald Trump ganó las elecciones prometiendo “secar la ciénaga de la corrupción”, sin embargo, Washington ha sido más permeable a esta, según el informe. Estados Unidos perdió cuatro puntos en el ranking anticorrupción en 2018. Esto se debe, para la organización, a que los principios democráticos se ven cada vez más cuestionados en el país, donde se ha producido una “erosión de las normas éticas en los niveles más altos de poder”.
“La corrupción florece especialmente cuando los cimientos democráticos se debilitan y, como hemos visto en muchos países, los políticos populistas utilizan esto en su provecho”, afirma Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional.