Moscú consideró este domingo como un “paso peligroso” el anunció del presidente estadounidense Donald Trump de dejar de cumplir con el tratado sobre las armas nucleares de alcance intermedio firmado durante la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos.

El último dirigente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, quien firmó el tratado de desarme INF (Intermediate Nuclear Forces Treaty) en 1987, denunció una “falta de sabiduría” del presidente Trump y pidió a “todos los que defienden un mundo sin armas nucleares” que convenzan a Washington de no avanzar con lo anunciado y “preservar la vida en la Tierra”.

Trump anunció el sábado que Estados Unidos contemplaba dejar de cumplir el tratado INF, firmado por su predecesor de entonces Ronald Reegan.

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, calificó esta decisión como “un paso muy peligroso” que, según él, “no será comprendido por la comunidad internacional e incluso va a generar serias condenas”.

Berlín reaccionó asegurando “lamentar” el retiro de Estados Unidos del tratado, calificado como un “importante componente del control de armamento”. “Las consecuencias de la decisión estadounidense serán discutidas entre los miembros de la OTAN”, indicó un portavoz del gobierno, Ulrike Demmer.

Trump acusa a Rusia de no respetar este tratado “desde hace muchos años” y anunció que Estados Unidos comenzaría en consecuente a “desarrollar esas armas”.

Riabkov rechazó esas acusaciones. “No sólo no violamos el tratado, sino que lo respetamos de la manera más estricta”, insistió. “Fuimos pacientes durante años frente a las flagrantes violaciones del tratado por Estados Unidos”, afirmó.

El viceministro acusó a Estados Unidos de actuar “torpe y toscamente” y de retirarse unilateralmente de acuerdos internacionales. Si Estados Unidos continúa así, dijo, entonces “no tendremos otra opción que tomar medidas de represalia, incluso que impliquen tecnología militar”, declaró sin más precisiones.

Bolton en Moscú

El asesor de la Casa Blanca para Seguridad Nacional, John Bolton, llegó este domingo por la tarde a Moscú, según una fuente citada por la agencia Ria Novosti.

“Esperamos que nos explique de manera sustancial y clara, en nuestros encuentros de mañana y pasado mañana, qué es lo que Estados Unidos piensa hacer”, añadió Riabkov a la agencia.

Bolton debe reunirse lunes y martes con varios responsables rusos, entre ellos el canciller ruso Serguei Lavrov, para preparar un eventual encuentro entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin hacia fin de año.

Bolton también se reunirá con el jefe del Consejo de Seguridad, Nikolai Patruchev, y el consejero presidencial Yuri Uchakov. El Kremlin indicó asimismo que era “posible” que Putin reciba a Bolton.

Según el diario británico The Guardian, el propio Bolton habría presionado a Trump para que anuncie el retiro del tratado INF. También estaría bloqueando toda negociación sobre la extensión del tratado New Start sobre misiles estratégicos, que expira en 2021.

Acusaciones cruzadas

El gobierno de Trump se queja del despliegue por parte de Moscú del sistema de misiles 9M729, cuyo alcance, según Estados Unidos, supera los 500 km, violando así el texto del INF.

Este tratado, que suprime el uso de toda una serie de misiles de entre 500 y 5.000 km de alcance, había puesto término a la crisis desatada en los años 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares, que apuntaban a las capitales occidentales.

Moscú respondió a las acusaciones estadounidense con otras acusaciones. Riabkov habló el domingo de “chantaje” y, la víspera, una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores ruso afirmó que Washington “se acerca a esta etapa desde hace varios años destruyendo deliberadamente y paso a paso la base de este acuerdo”.

De concretarse, este retiro sería “el segundo golpe más grave a todo el sistema de estabilidad mundial”, afirmó un senador ruso, Alexei Pushkov. El primero fue el retiro de Estados Unidos en 2001 del tratado ABM sobre misiles antibalísticos.

Esta medida estadounidense podría estar motivada por una presunta amenaza china. Pekín no forma parte del acuerdo INF, por lo que puede desarrollar sin trabas armas nucleares de alcance intermedio.