Tras casi una semana desde que entró en vigencia el alto al fuego en Gaza, han cesado los bombardeos israelíes en la Franja luego de 15 meses de guerra, pero no así los ataques con tanques dentro de la zona -según Israel- “frente a potenciales” amenazas, lo que deja en evidencia lo vulnerable que es el acuerdo alcanzado entre el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y Hamás.
La tregua comenzó a regir el 19 de enero pasado, pero al menos 8 gazatíes han muerto a raíz de ataques del Ejército de Israel dentro del enclave palestino.
Al respecto, el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, explica que “desde un comienzo este acuerdo de alto al fuego ha sido particularmente frágil”.
“Se sabe que las condiciones para poder llegar a este punto costó mucho negociarlas”, afirma a BioBioChile, por lo que recuerda que “Estados Unidos, Qatar y Egipto hicieron un gran esfuerzo para conciliar los intereses y demandas tanto de Israel como de Hamás”.
“En ese contexto, es esperable que haya situaciones como estas en las que por diferentes motivos se reactiven los combates o los ataques y que eso genere lamentablemente más fallecidos”, agrega.
En cuando a los ataques de las tropas israelíes que aún se mantienen dentro de Gaza, el académico asevera que “en cierta forma se podría decir que Israel ha transgredido el acuerdo”.
No obstante, ha énfasis que “desde un comienzo de Israel dejó en claro que se reservaba el derecho de realizar acciones militares en caso de que las considerara necesaria frente a alguna posible potencial amenaza en su contra”.
Incluso, advierte que la posibilidad de que Hamás respondiera a estos ataques israelíes “es baja”. “En este momento se encuentra en una posición de debilidad, ha sido constantemente golpeado por ataques israelíes a lo largo de estos 15 meses de guerra”, sostiene.
Es por ello que el grupo extremista “lo único que tiene para frenar este avance israelí, es precisamente el canje de rehenes israelíes”.
“En ese aspecto hay que considerar que esta guerra está en un proceso de alto al fuego particularmente frágil, muy inestable. Recordemos que este acuerdo contempla tres etapas: la primera, que comenzó el domingo recién pasado, tiene un plazo de 6 semanas. Posteriormente, una segunda etapa; y la última va a ser la más difícil, en la cual se va a negociar el futuro de Gaza”, destaca.
A lo anterior se suma, además, que “Israel no desea que Hamás vuelva a gobernar Gaza. Entonces la pregunta es quién va a gobernar Gaza”.
“Hasta el momento, el Gobierno de Netanyahu ha dicho que no va a permitir que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que es el gobierno legítimo palestino y que gobierna una parte de Cisjordania, se haga cargo de Gaza. Entonces ahí hay muchas preguntas que todavía están sin respuesta. Este es un proceso tremendamente delicado y complejo, sujeto a cualquier circunstancia que pueda cambiar el escenario, revertir esto y reactivar la guerra”, recalca.
El embajador israelí en Chile, Gil Artzyeli, señala que el acuerdo fue firmado “para liberar a los secuestrados, entre ellos civiles, bebés, niños, mujeres y adultos mayores” a cambio devolver a Hamás “terroristas”.
“Aquí no hay equilibrio, no son civil por civil, sino unos civiles que fueron secuestrados de sus casas por terroristas condenados. Dicho esto, también por cada civil estamos liberando muchos terroristas y también es algo curioso por qué tenemos que liberar tantos terroristas por una persona”, cuestiona.
“Pero es el caso, así siempre fue y quizás los palestinos allá no valoran suficientemente a su gente. Por cada uno de nosotros se exigen decenas de personas o miles de personas”, agrega.
En ese sentido, asegura que Israel está “comprometido con el cese al fuego, pero si es que hay amenazas que surgen aún cuando hay cese al fuego, no esperamos que se realice. Hay unas reglas claras de lo que pueden hacer durante el cese de fuego y estamos cumpliendo las reglas”.