Una larga columna de humo se elevó este viernes desde lo que serían instalaciones de la petrolera Aramco en la ciudad saudí de Jeddah (Yeda), reportaron agencias de prensa como Reuters y Associated Press. Los rebeldes hutíes se adjudicaron el ataque, mientras que las autoridades de Arabia Saudita aún no se manifiestan oficialmente al respecto.

La información aún no ha sido confirmada por fuentes oficiales, constató la cadena CNBC, pero el humo sería visible desde pistas donde se estaban disputando las pruebas libres -antesala de la jornada de clasificación- del Gran Premio de Arabia Saudita, la segunda carrera del calendario 2022.

Según el Daily Mail, la Fórmula 1 se refirió al suceso afirmando que “la posición por el momento es que estamos esperando mayor información de las autoridades al respecto”. La planta atacada estaría a cerca de 10 kilómetros de la pista, debiendo comenzar los ensayos con 15 minutos de retrazo.

El ataque tuvo también efectos en los precios de los combustibles, que vieron un alza cuando los reportes comenzaron a surgir.

Los reportes llegan después de que los rebeldes hutíes adelantaran que anunciarían operativos militares en la zona, y luego de que Arabia Saudí reportara haber interceptado este viernes seis drones lanzados contra el sur del país desde Yemen, menos de una semana después de otra andanada similar que alcanzó varias instalaciones petroleras saudíes.

Los aviones no tripulados, que iban cargados con explosivos, fueron lanzados en la madrugada contra posiciones no especificadas del sur de Arabia Saudí, donde este país tiene frontera con el Yemen, y “se dirigieron deliberadamente contra objetivos civiles e instalaciones energéticas”, indicó la coalición, según la televisión estatal saudí Al Ijbariya.

Esta nueva oleada de ataques, que los hutíes ejecutan periódicamente contra objetivos en el país vecino en respuesta a su intervención en su guerra contra el Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen, se produce solo cinco después de otras dos operaciones similares que alcanzaron siete instalaciones estratégicas, incluidas cinco de gas y petróleo.

A raíz de estos ataques, que afectaron a la producción de una refinería y causaron un incendio en una estación de distribución petrolera, Riad advirtió que estas acciones podrían afectar a su suministro de petróleo.

Esto, en un momento en que los precios del crudo están disparados por el conflicto en Ucrania y cuando los países consumidores intentan presionar a Arabia Saudí, mayor exportador mundial de esta fuente de energía, y otros países del golfo Pérsico para que aumenten sus producción.

Además, el ataque tiene lugar solo cuatro días antes del inicio de una ronda de diálogo intrayemení en Riad convocado por el Consejo de Coordinación del Golfo (CCG) para buscar una hoja de ruta hacia el fin de la guerra en el país y al que los hutíes se han negado a acudir.

El conflicto en el Yemen empezó en 2014 cuando los hutíes, apoyados por Irán, se alzaron en armas contra el Gobierno y controlaron la capital y otras provincias del norte y el oeste del país.

Al año siguiente intervino la coalición árabe liderada por Riad contra ese movimiento chií rebelde, que cuenta con el apoyo de Irán.