Los países exsoviéticos vecinos de Afganistán – Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán-, alarmados por la ofensiva de los talibanes, se han movilizado con el apoyo de Rusia para proteger sus fronteras y evitar la penetración de terroristas en sus territorios.
“Seguimos de cerca lo que ocurre en Afganistán en el contexto de la apresurada retirada de las tropas de EEUU y de la OTAN, que no han logrado resultados tangibles en la estabilización del país”, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
¿Activación del tratado de seguridad colectiva?
Lavrov subrayó que Tayikistán puede solicitar asistencia a ese bloque defensivo liderado por Rusia, que mantiene una base militar en ese país centroasiático.
“Vamos a hacer todo, incluido el aprovechamiento de las capacidades de nuestra base militar en la frontera tayiko-afgana para impedir cualquier intento de agresión contra nuestros aliados”, aseguró.
Añadió que Moscú cumplirá todas sus obligaciones de la OTSC, cuyos representantes han visitado la frontera tayiko-afgana para examinar la situación en el terreno.
El jefe del Estado Mayor de la OTCS, Anatoli Sidórov, se reunió hoy en Dusambe con los responsables de Defensa y Seguridad de Tayikistán.
Los contactos entre los militares se produjeron después de intensas consultas en los últimos días entre varios mandatarios de la región y de éstos con el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el desarrollo de la situación en Afganistán
Este último expresó al presidente de Tayikistán, Emomalí Rajmón, la disposición de Moscú a apoyar a Dusambe tanto en el plano bilateral como en el marco de la OTSC.
A su vez, los ministros de Exteriores celebraron junto con Afganistán una reunión telemática en la que “destacaron la importancia de consolidar los esfuerzos para el arreglo pacífico de la crisis afgana”.
El encuentro, según la diplomacia uzbeka, se realizó por iniciativa del Сentro Regional de la ONU de Diplomacia Preventiva para Asia Central.
Talibanes controlan 70% de la frontera
El mandatario tayiko, en el poder desde 1992, ordenó el lunes la movilización de 20.000 reservistas con el propósito de reforzar la defensa de la frontera con Afganistán, el 70 % de la cual se encuentra ya bajo control talibán, según declaró ayer, martes, el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Rudenko.
“El objetivo de los talibanes es hacerse con los centros urbanos del norte del país que se encuentran en poder de las fuerzas gubernamentales afganas”, dijo Huloberdi Holiknazar.
“No hay cifras exactas, pero diversos expertos calculan que en Afganistán luchan entre 3.000 y 5.000 yihadistas tayikos, uzbekos y turkmenos”, subrayó Holiknazar.
Añadió que trata de un número preocupante, sobre todo porque los talibanes han tomado el control de una serie de puentes en la frontera con Tayikistán.
“Ya son más de 1.500 los militares afganos que se han refugiado en Tayikistán huyendo de los talibanes”, recalcó el experto
Amenaza de crisis humanitaria
“No creo que la situación degenere en una escalada militar fuera de la fronteras de Afganistán”, dijo a Efe el politólogo ruso experto en los problemas de Asia Central, Arkadi Dubnov, que advirtió de que la ofensiva talibán puede provocar una crisis humanitaria y un “peligroso éxodo” de refugiados hacia Tayikistán.
Explicó que podría ocurrir que miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) entraran en Tayikistán haciéndose pasar por refugiados, lo que obligará a los servicios de inteligencia a realizar una intensa labor de identificación.
Dubnov indicó que las “peticiones de socorro” efectuadas por el presidente de Tayikistán a Putin obedecen no tanto a la amenaza de que los talibanes amplíen sus acciones militares al territorio tayiko, sino al temor a la desestabilización de su régimen por fuerzas internas.