Irán confirmó este martes la entrada en vigencia de restricciones a las inspecciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en lo que concierne a sus actividades nucleares, tras expirar un plazo fijado por Teherán para el levantamiento de las sanciones estadounidenses.

“La aplicación de (la) ley (del Parlamento) empezó esta mañana”, indicó el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif.

“Oficialmente, anunciamos el 15 de febrero al Organismo Internacional de Energía Atómica que la ley del Parlamento entraría en vigor a partir de la mañana del 23 de febrero”, añadió Zarif, quien no obstante destacó que la cooperación de Teherán con el gendarme nuclear de la ONU continúa.

Según un texto promulgado por el Parlamento iraní en diciembre, el gobierno se ve obligado a limitar ciertas inspecciones del OIEA a instalaciones no nucleares, incluidos sitios militares sospechosos, en caso de mantenerse las sanciones restablecidas en 2018 por la anterior administración estadounidense, después de que Donald Trump, retirara unilateralmente a su país del acuerdo nuclear con Irán.

En respuesta a la actitud del país norteamericano, desde 2019 Irán se ha liberado progresivamente de varias limitaciones que había acordado sobre su programa nuclear a cambio de una flexibilización de las sanciones en su contra.

Irán y el OIEA -“sabueso nuclear” de la ONU- anunciaron el domingo un acuerdo “temporal” para mantener un control de las actividades nucleares, aunque reducido, en tanto empiezan las conversaciones diplomáticas entre las partes integrantes del acuerdo internacional, que brindara un marco al programa nuclear iraní concluido en Viena, en 2015, en un intento de romper el impase actual.

El director general del OIEA, Rafael Grossi, había afirmado que su organización sigue “siendo capaz de mantener el nivel necesario de vigilancia y constatación” tras las conversaciones con funcionarios iraníes, el domingo en Teherán.

Por su lado, el portavoz del gobierno iraní, Ali Rabii, dio este martes la bienvenida a la conclusión de un acuerdo “eficaz y tranquilizador” con Grossi, añadiendo que evitaría “dañar las relaciones, la confianza mutua y la cooperación positiva entre Irán y el OIEA”.