Dos ministros renunciaron este domingo en Líbano, donde se registraron choques por segundo día consecutivo entre las fuerzas del orden y manifestantes enfurecidos contra una clase política a la que acusan de negligencia por la explosión en el puerto de Beirut.

La primera renuncia desde la explosión del martes que dejó al menos 158 muertos, más de 6.000 heridos y a 300.000 personas sin hogar, fue la de ministra de Información, Manal Abdel Samad.

“Después de la enorme catástrofe de Beirut, presento mi dimisión del gobierno”, declaró la ministra. “Pido disculpas a los libaneses, no hemos sabido responder a sus expectativas”, explicó.

Horas más tarde, dimitió también el ministro libanés de Medio Ambiente y Desarrollo Administrativo, Damianos Kattar. “Frente a la enorme catástrofe (…) y (…) a un régimen estéril que ha fallado en diversas oportunidades, (..), decidí renunciar del gobierno”, anunció Kattar en un comunicado.

La prensa libanesa también especulaba con otras posibles dimisiones en el ejecutivo.

El primer ministro, Hasan Diab, se reunió con varios ministros para valorar la situación y contemplar su posible renuncia, según medios locales.

El domingo, en la emblemática plaza de los Mártires, centenares de manifestantes se congregaron, esgrimiendo banderas libanesas, en medio de cantos patrióticos. Se instalaron carpas para distribuir pan, agua y comida caliente.

Más tarde, en una avenida que lleva al Parlamento, manifestantes lanzaron piedras y fuegos pirotécnicos hacia la policía, que replicó con disparos de gas lacrimógeno para dispersarlos, constató un corresponsal de la AFP.

Los manifestantes respondieron a los disparos de gas lacrimógeno gritando “¡Revolución, revolución!”. Algunos trataron de escalar las imponentes barricadas interpuestas por la policía para proteger la calle que lleva al Parlamento.

El sábado, miles de manifestantes habían tomado brevemente por asalto los ministerios de Relaciones exteriores, Economía y Energía, y la Asociación bancaria.